Comencé creyendo que todos los hombres eran iguales.
Ahora sé que eso es lo más improbable que jamás haya podido ocurrir
porque han pasado millones de años de evolución,
las personas se dispersaron por toda la superficie de esta tierra,
quedaron aisladas unas de otras, se desarrollaron independientemente,
se entremezclaron diferentes razas, pueblos, climas, suelos . . .
No empecé sabiendo todo eso.
Pero a través de la observación, la lectura, la investigación,
la discusión, las preguntas y por último
a través de mi pelea por llegar a la cima,
ésa es la conclusión a la que he llegado.
Li Kuan Yew
Ahora sé que eso es lo más improbable que jamás haya podido ocurrir
porque han pasado millones de años de evolución,
las personas se dispersaron por toda la superficie de esta tierra,
quedaron aisladas unas de otras, se desarrollaron independientemente,
se entremezclaron diferentes razas, pueblos, climas, suelos . . .
No empecé sabiendo todo eso.
Pero a través de la observación, la lectura, la investigación,
la discusión, las preguntas y por último
a través de mi pelea por llegar a la cima,
ésa es la conclusión a la que he llegado.
Li Kuan Yew
El actual gobierno de Mauricio Macri cumplirá sus proverbiales 100 días mañana, 19 de marzo, de modo que, según los cánones no escritos de las transiciones democráticas lo que habría que hacer es someter a un análisis crítico detallado las medidas que ha adoptado hasta ahora.
No es lo que haremos aquí. Hay dos circunstancias que justifican, al menos hasta cierto punto, que no haya necesidad de abundar demasiado en detalles. En primer lugar, Macri no es un desconocido en la política argentina; ha estado ocho años al frente del gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires. En segundo lugar, la fuerte orientación liberal del equipo de personas que lo rodea es algo público y notorio. Macri y su equipo proceden según el manual y a ese manual ya lo conocemos casi de memoria. De modo que todo lo que hizo Macri y su gente en estos últimos 100 días no sorprende en absoluto.
En este contexto, durante los años del kirchnerato, el arco político al que Macri representa no se cansó de hacernos constantemente la pregunta de por qué no imitábamos "a los países exitosos" como, por ejemplo, Brasil o Chile. Pues bien; considerando como está Brasil ahora, lo menos que uno puede decir es que menos mal que no se nos ocurrió imitarlo. Y no es porque nosotros estemos mucho mejor, pero si lo hubiésemos hecho "a la brasilera" tampoco estaríamos en el club de los exitosos consumiendo caviar y festejando con champaña. Pregúntenle a Lula y a Dilma. Y en cuanto a Chile lo mínimo que se puede decir del país transandino es que está muy en la cuerda floja, haciendo malabarismos para mantenerse y no caer (demasiado). De modo y manera que, si se trata de imitar, yo diría que es hora de buscar otros modelos. Por eso es que se me ocurrió hacer un pequeño aporte a la confusión general y proponer como "modelo" a Singapur.
Sí. No me miren con esa cara. ¿Por qué no Singapur?
Me explico:
Desde el punto de vista geográfico y demográfico, Singapur no es un país demasiado privilegiado. Formado por 63 islas e islotes al Sur de la Malasia peninsular, es – con 719 km2 – el hogar de unas 5,5 millones de personas que forman un conglomerado multiétnico compuesto por 74% de chinos, 13% de malayos, 9% de indios y un 4% de euroasiáticos varios.
Su historia durante los últimos siglos tampoco es algo excepcionalmente favorable. Colonia inglesa entre 1819 y 1942, fue ocupada por los japoneses entre 1942 y 1945. Volvió a quedar bajo influencia inglesa entre 1945 y 1965 – fusionada con Malasia entre 1963 y 1965 – año en que obtuvo la independencia.
Así y todo, siendo pequeño, complicado y muy sufrido, actualmente Singapur es:
- El lugar del mundo en donde es más sencillo hacer negocios (según el Banco Mundial, clasificación lograda durante los últimos 10 años consecutivos)
- La nación más al día en materia tecnológica (seg. Economist Intelligence Unit).
- Una de las mejores ciudades para realizar encuentros internacionales (seg. Union of International Associations)
- La ciudad con el mejor potencial para inversiones (seg. Business Environment Risk Intelligence)
- El segundo país más competitivo del mundo (seg. World Economic Forum)
- El tercer centro más importante del mundo en intercambio de divisas.
- El cuarto centro financiero más grande del mundo
- El tercer centro más grande del mundo en materia de refinamiento de petróleo
- Uno de los dos puertos más grandes del mundo para el manejo de contenedores.
- El país con el mejor aeropuerto del mundo [1]
- El único país asiático con una calificación de AAA otorgada por todas las agencias calificadoras de riesgo.
- El país líder de Asia y ocupando el puesto N° 11 a nivel global considerando el Índice de Desarrollo Humano (seg. Naciones Unidas).
En Singapur el 90% de los ciudadanos es propietario de su vivienda. El país tiene uno de los ingresos per cápita más altos del mundo y esto con impuestos bajos. [2]
El arquitecto de esta construcción política fue un hombre llamado Li Kuan Yew. De etnia china y educado en Inglaterra, Li Kuan Yew determinó el curso de la política de Singapur durante prácticamente medio siglo. Desde 1959 hasta pocos años antes de su fallecimiento en 2015, desde distintos puestos políticos fue su mano la que manejó el timón de la nación hasta su situación actual.
¿En qué se basó su "modelo"? En las tres funciones esenciales del Estado: síntesis, planificación y conducción.
Li Kuan Yew |
Por de pronto se ocupó de que el Estado ejerciera su función de síntesis y armonización para evitar la guerra cultural entre las etnias que conviven en el lugar. Por ejemplo, en un país poblado por chinos, malayos, indios y euroasiáticos Li Kuan Yew determinó que el idioma oficial del Estado sería el inglés que facilitaría la conexión de Singapur con el mundo. [3] De este modo mientras que por un lado se basaba sobre un conocimiento preexistente (habiendo sido colonia británica, al momento de la independencia muchos hablaban o al menos chapurreaban el inglés de algún modo), por el otro lado permitió que cada etnia cultivara su propio idioma natal en forma paralela al idioma oficial obligatorio para todos en las escuelas. Con muchas medidas similares a ésta, tendientes a lograr la síntesis de la pluralidad, se consiguió que en Singapur – a pesar de las rispideces que genera en forma inevitable la diversidad étnica y la multiculturalidad social – no existan "grietas" etnoculturales o etnopolíticas insalvables.
La otra cosa que hay que saber es que Singapur no es el producto de ninguna casualidad ni de ningún "golpe de suerte". Al separarse de Malasia era una sociedad desgarrada por enfrentamientos políticos, y raciales, pobreza extrema y delincuencia descontrolada. Cincuenta años después es hoy la sociedad que ya describimos. El secreto fue la planificación y la casi obsesión de Li Kuan Yew por la educación, la investigación y la innovación que produjo, no una economía planificada al estilo soviético sino una política planificada con previsiones para diferentes escenarios dentro de la cual una economía eficiente tendría amplios espacios para desarrollar sus actividades.
Y que esa política se concretara fue algo de cuya conducción Li Kuan Yew se ocupó en forma personal. Dejando de lado el mito liberal de la necesidad de constantes alternancias en el poder, Yew se encargó de establecer una conducción continua y coherente. Dentro de un sistema parlamentarista, fue primer ministro antes de la independencia de Singapur (1959-1965), continuó siéndolo después (1965-1990), asumió el cargo de "Ministro Senior" cuando ya comenzó a dejar el poder en otras manos (1990-2004) y pasó a ser "Ministro Mentor" en sus últimos años (2004-2011). Lo realmente notable es que no buscó una permanencia en el poder por egolatría o ventaja personal sino, todo lo contrario, lo hizo para garantizar la ejecución del plan de acción política establecido y poder entregarlo con buenas garantías de funcionamiento a las generaciones futuras. En una entrevista televisiva explicó con claridad su estrategia en este sentido:
"En un mundo que ha cambiado tenemos que encontrar un nicho para nosotros; pequeños rincones en los cuales, a pesar de nuestro tamaño pequeño, podamos desempeñar un papel útil para el mundo. Para hacer eso, usted necesitará gente en los niveles más altos; necesitará decisores que tengan buena capacidad de previsión, buenos cerebros, que estén abiertos a nuevas ideas y que sean capaces de aprovechar las oportunidades del modo en que lo hicimos nosotros. (...) Mi trabajo en realidad consistió en encontrar a mis sucesores. Los encontré y allí están. El trabajo de ellos será encontrar a quienes los sucederán. De modo que debe existir esta continua renovación de personas talentosas, dedicadas, honestas y capaces, que harán cosas no para ellas mismas sino para la gente y para el país. Si mis sucesores logran hallar a esas personas, éstas continuarán por otra generación más y el ciclo se repetirá. En el momento en que ese ciclo se rompa, lo construido desaparecerá." [4]En vista de todo esto, ¿por qué no adoptamos el modelo de Singapur?
Bueno; por un lado reconozcamos que no es tan fácil y que no todo es tan brillante como lo vinimos describiendo hasta ahora. Decididamente no se trata de tomar una hoja de papel de calcar y copiar. Aun siendo perfectamente posible tomar el ejemplo de Singapur como guía orientadora, hay mucho trabajo de adaptación y ajuste para hacer.
Por de pronto, Singapur es un Estado pequeño. Muy pequeño. Con 719 km2 podría caber más de 31 veces en la provincia de Tucumán, pero con 5,5 millones de habitantes posee casi 4 veces la población de esa provincia. [5] No es fácil comparar Singapur con la Argentina, eso es indiscutible. Por el otro lado tampoco deja de ser verdad que Singapur tiene una deuda externa tremenda que puede llegar a convertirse en un fenomenal dolor de cabeza si se dan circunstancias económicas mundiales muy adversas.
Pero el motivo por el cual nuestros insignes políticos y economistas nunca tomarán a Singapur como punto de referencia no tiene mucho que ver con estas cuestiones. El problema básico con el que se enfrentan es que Singapur en realidad no es una democracia. Es una meritocracia construida sobre un capitalismo sin privilegios injustificados y un socialismo sin resentimientos sociales de clase. Obviamente hay redes de asistencia que atienden a los necesitados pero en lo fundamental el criterio es que el que no trabaja no come y el que trabaja debe producir al menos el equivalente de lo que consume. Por lo que, si consume mucho, tendrá que trabajar mucho o producir algo de gran valor para la sociedad. Y viceversa: si consume poco es porque, o bien trabajó poco, o bien produjo algo que la sociedad no aprecia demasiado.
Y el mayor problema de todos es que una meritocracia como ésa solo la puede construir un Estado libre de corrupción, con estrategias a largo plazo y muy poca tolerancia con cualquier tipo de crimen.
En Singapur eso se ha logrado y las encuestas de Gallup muestran que el 84% de los habitantes confía en el gobierno y el 85% está satisfecho con el sistema jurídico y las cortes de justicia. [6] Uno de los índices de aceptación más altos del mundo.
Los que dicen que saben, dicen que en China han estudiado con gran nivel de detalle el fenómeno de Singapur y en muchos casos lo han tomado como punto de referencia o, por lo menos, como fuente de inspiración.
A los 100 días de su gobierno, yo le regalaría a Mauricio Macri una buena biografía de Li Kuan Yew.
Si la lee (y la entiende), seguramente le servirá de algo.
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NOTAS:
1)- Según World Airport Awards de Skytrax (Cf. http://www.worldairportawards.com/) premio otorgado por séptima vez y por cuarto año consecutivo (Cf. http://www.infobae.com/2016/03/17/1797856-cuales-son-los-10-mejores-aeropuertos-del-mundo)
2) - Según el Banco Mundial, en 2014 Singapur ocupaba el cuarto puesto entre los países de mayor ingreso per cápita, precedido solamente por Qatar, Macao y Luxemburgo. Aunque también podría considerárselo en el tercer puesto ya que Quatar y Macao prácticamente empataban en el primero. Cf. http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.PCAP.PP.CD?order=wbapi_data_value_2014+wbapi_data_value+wbapi_data_value-last&sort=desc - Consultado el 08/02/2016
3)- A pesar de que Yew era un gran cultivador del mandarín llegando hasta a publicar un libro sobre el idioma (Keeping My Mandarin Alive = Manteniendo vivo a mi mandarín) no quiso imponer su propio idioma como oficial.
4)- Entrevista en la Televisión Central China (CCTV - China Central Television) 12/06/2005
5)- Provincia de Tucumán: superficie, 22.524 km2; población (censo 2010) 1.448.200 habitantes.
6)- Cf. http://www.gallup.com/opinion/gallup/182141/lee-kuan-ye
Gracias...muchas gracias. Aprendo de usted y además sonrío con satisfacción cuando da voz a mis ideas.(continuidad y seguimiento en el gobierno cuando es conveniente,y ocuparse en garantizar sucesores para que no desaparezca lo construído Deseo fervientemente Que Macri pueda acceder a usted y meditar sobre esto.Creo que hay buena voluntad. Un cordial saludo Denes.
ResponderBorrarAdhiero en cuanto que un modelo extranjero, sirve de "inspiración"; aunque, me atrevo a precisar que cada nación a pesar de inspirarse en modelos ajenos, debe parir -y con mucho dolor- su propio modelo.
ResponderBorrarLo que más me gustaría ver implementado en la Argentina, particularmente Buenos Aires, son las draconianas y estrictas leyes y puniciones que tienen en Singapur contra aquellos que violan reglas menores de civilidad y convivencia, como hacer grafitis no autorizados, tirar basura en la calle, pequeñas violaciones de tránsito, etc. Inclusive usan el castigo físico moderado (no las barbaries que cometen en algunos países islámicos, con mutilaciones y amputaciones). En una ciudad donde impera la anarquía, donde cada uno hace lo que quiere sin importarse con los demás, a punto tal que no hay convivencia sino una lucha constante de todos contra todos, sería absolutamente urgente para que tengamos un mínimo de civilidad.
ResponderBorrarBrillante como siempre. Denes Martos es un Maestro. Se nota la vieja escuela europea del orden, laresponsabilidad, la idoneidad y el sentido común. Esa Europa hoy ha practicamente desaparecido, reemplazada por la Eurolandia de la cobardía, la comida chatarra, la corrupción y todo lo contra natura.
ResponderBorrarBuena idea sería que a Macri aunque alguien le leyera esta artículo...
Gracias, Denes!!! (mi Maestro). Adrian Salbuchi / PSR
Exacto, Adrián. Pero esos valores, al que yo sumaría el del pragmatismo (esencial para cualquier política funcional, siendo su némesis la ideología) se transferieron al oriente, a China, Corea del Sur, Singapur, el país más occidental donde los encontramos es Rusia.
BorrarHoy es el día que puede cambiar el mañana, lo que hacemos hoy va tener consecuencias en el futuro.
ResponderBorrarMientras Lázaro a estas horas es detenido y el presidente macri no se hacen cargo de lo robado... Imagínese las consecuencias del mañana. En fin la población tiene que trabajar para cambiar la realidad y disfrutar el futuro próspero... Casi como ver a un unicornio en la vereda de tu casa