sábado, 15 de julio de 2023

EL MULTICULTURALISMO FRACASADO

"Es posible que haga el ridículo. Pero mientras tanto
siempre se puede hacer algo 
con un poco de dialéctica.
Naturalmente, he mantenido mis posiciones
de modo tal que también tendré razón en el caso contrario."
 Karl Marx a Friedrich Engels,
15 de agosto de 1857. (MEW 29, p. 161).





Los políticos europeos se ven obligados a admitir, cada vez más, el fracaso del multiculturalismo. Hace más de casi trece años  hacia Octubre de 2010  Ángela Merkel ya había sido forzada a admitir que "El multiculturalismo ha fracasado. Absolutamente." (1) En aquél momento los políticos de la UE se resistieron a coincidir con ella y la resistencia fue tan enorme que, aún sin retractarse, "Mutti" Merkel tuvo que dejar caer el tema. Hoy siguen resistiéndose pero mucho menos y con argumentos que ya no convencen casi a nadie. La realidad ha pasado por encima del relato. 

Es que hay varias razones por las cuales la original teoría de Coudenhove-Kalergi sobre la mestización planificada de Europa  desarrollada luego por gente como George Soros y toda una red de y de ONGs afines  no funciona. 

En primer lugar, el multiculturalismo no integra al inmigrante. Lo mete en un universo de miseria. La gente que huye de un medio hostil de pobreza va a Europa con la ilusión de que allí podrá encontrar algún trabajo sencillo o bien, muy probablemente, podrá vivir razonablemente cómodo parasitando de la beneficencia social. Lo que el inmigrante no prevé es que el choque entre realidades etnoculturales demasiado disímiles lo obligará a quedar encerrado en comunidades apartadas de la sociedad. Con eso, quedará al margen de la mayoría de las oportunidades que los países europeos ofrecen a quienes ya están, desde hace mil años y aún más, asimilados a la Cultura Occidental. 

En segundo lugar, la política multicultural enclaustra al inmigrante en un mundo cerrado en el cual trata de reconstruir sus costumbres de origen en un medio socioculturalmente adverso. Por ejemplo, en el caso de los musulmanes, termina dominado por imanes fanáticos que acaban sometiéndolo, psicológica y socialmente, a las rígidas leyes de la sharía, aplicadas al margen y hasta en contra de la leyes vigentes en el país de destino. 

En tercer lugar, el multiculturalismo genera severos problemas de inseguridad.  El aislamiento sociocultural genera ghettos que van quedando al margen de las leyes y hasta de las fuerzas de seguridad. Con ello, más el resentimiento generado por la exclusión, crece el número de actividades delictivas especialmente entre los jóvenes, lo cual genera aún más aislamiento, con lo que se produce un círculo vicioso que se retroalimenta. 

En cuarto lugar, una gran mayoría de migrantes proviene de países islámicos del norte de África, o de Medio Oriente, y prácticamente la totalidad de las mezquitas y lugares de reunión islámicas están en manos de imanes fundamentalistas que fomentan el odio a Occidente y al Cristianismo, con la complicidad de los políticos multiculturalistas que no solo lo permiten sino que hasta lo financian con fondos públicos.   

En quinto lugar, la frustración, la ilegalidad, los ghettos y el adoctrinamiento, son todos factores que acaban empujando a muchos jóvenes hacia el crimen, el terrorismo y el narcotráfico. 

En sexto lugar, la aparición de comunidades hostiles al ethos cultural occidental suponen un problema para la armonía social, para la cohesión de las naciones europeas y para la viabilidad futura de sus instituciones. 

El multiculturalismo ha muerto porque sumerge al inmigrante en la pobreza. Porque lo somete al despotismo de líderes fanáticos. Porque arruina la seguridad en barrios enteros. Porque aumenta el fundamentalismo anticristiano. Porque es caldo de cultivo del terrorismo, el crimen común y el narcotráfico.
 
Como propuesta, el multiculturalismo fracasó desde el principio porque no ha funcionado nunca.

O quizás sí. Quizás funcionó después de todo.

Fracasó en cumplir lo que prometió, pero no es nada exagerado decir que el cumplimiento de las promesas ideales jamás le importó al liberalismo de izquierda y a las demás izquierdas asociadas que fueron las que propusieron y fomentaron la utopía de una sociedad multicultural. Para todo ese espectro, las promesas del multiculturalismo no fueron nunca más que propaganda. 

Los marxistas, mentalmente adiestrados en la dialéctica de la lucha de clases, sabían  es más: tenían que saber  que no funcionaría según la romántica argumentación propagandística. 

Es que el objetivo fue otro desde el mismo principio. El objetivo real pero no declarado fue sumarle la lucha etnocultural a la lucha de clases y a la revolución cultural gramsciana para destruir la Cultura Occidental y quebrar el milenario estilo de vida y civilización que esa cultura ha generado.   

Un objetivo real que, lamentablemente, los propulsores de la guerra cultural ya han logrado en muchos aspectos. 

Y terminarán lográndolo por completo si seguimos dejándolos avanzar.

 


           Una muestra del "éxito" del multiculturalismo a través de los últimos años

 

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NOTAS

1)- Cf.https://www.bbc.com/mundo/noticias/2010/10/101016_angela_merkel_muticulturalismo_falla_alemania_med


jueves, 6 de julio de 2023

GIORGIA MELONI: Más claro, échale agua.

 

Es hora de definirse, por "SÍ" o por "NO"

                                                     a la familia natural.
                                                    No a los lobbies LBGT.

                                                    a la identidad sexual.
                                                    No a la ideología de género.

                                                    a la cultura de la vida.
                                                    No al abismo de la muerte.

                                                    a la universalidad de la cruz.
                                                    No a la violencia islamista. 

                                                     a las fronteras seguras.
                                                    No a la inmigración masiva.

                                                    al trabajo de nuestros ciudadanos.
                                                    No a las grandes finanzas internacionales.

                                                    a la soberanía de los pueblos.
                                                    No a los burócratas de Bruselas.

                                                    a nuestra civilización.
                                                    No a quienes quieren destruirla.







miércoles, 5 de julio de 2023

FRANCIA: UN PLEBISCITO INESPERADO

Sea cual fuere la opinión que los medios masivos globales quieren instalar, una cosa es cierta: la sociedad francesa emitió su propia opinión sobre la revuelta protagonizada por los inmigrantes africanos en toda Francia durante la última revuelta.

El hecho desencadenante fue mencionado por los medios de todo el mundo: un joven árabe menor de edad, manejando un auto robado, fue detenido por un control policial. Trató de huir y un policía le disparó causándole la muerte. Dos aclaraciones al respecto: 1)- La policía francesa está autorizada a disparar si un sospechoso huye y 2)- La versión de que se trataba de un auto "alquilado" es falsa. (1)  No obstante ello, el policía fue suspendido, arrestado y enfrenta un juicio que, desde ya, promete estar bajo una enorme presión mediática.

Ante eso, surgieron iniciativas de realizar una colecta para ayudar al policía y a su familia y, del mismo modo, se inició también otra colecta para ayudar a la familia del joven abatido. Así, la opinión de los franceses sobre el caso quedó bastante bien reflejada en el resultado de ambas colectas: se recaudó casi 4 veces más dinero para el policía que para el árabe baleado. Como era de esperar, esta diferencia en el apoyo financiero causó una furiosa indignación en la izquierda francesa que no consigue digerir el fenómeno.

Para la colecta del policía, la iniciativa del “crowdfunding” en la página de GoFundMe fue dirigida por Jean Messiha, una figura destacada en los medios de la derecha francesa y partidario de la candidatura presidencial de Eric Zemmour en 2022. Esa campaña recaudó hasta ahora más de 1.56 millones de dólares a través de más de 74.000 donaciones privadas. Por su parte, las donaciones a la familia del joven árabe ascienden a 413.000 dólares aportados por 19.800 donantes. (2)

Los políticos de izquierda han descrito la recaudación de fondos en términos airados. Olivier Faure, ex primer secretario del Partido Socialista, describió la colecta para el policía como una "recaudación de la vergüenza" y según Manon Aubry, una eurodiputada de izquierda, esa colecta manda un mensaje según el cual "vale la pena matar a un joven árabe" porque es económicamente redituable. 

Lo que la “indignación” de la izquierda francesa está tratando de imponer es que la colecta demuestra la desigualdad y la injusticia que justifica la lucha de clases. Que el policía haya recibido una suma tanto mayor que el árabe demostraría – según la lógica clasista – que al policía lo apoyaron los ricos y que el pobre joven árabe lamentablemente no ha tenido más remedio que conformarse con la solidaridad de los pobres.  Es una verdadera lástima, pero parecería ser que la izquierda está tan imbuida de su razonamiento dialéctico clasista que se olvida de sacar cuentas antes de ponerse a gritar.

Si uno divide los 413.000 dólares del joven muerto por los 19.800 donantes, obtiene 20.86 dólares por donante. En términos argentinos, a 493 pesos el dólar, vendrían a ser algo así como 10.300 pesos per cápita. No es para agarrarse la cabeza, pero digamos que es una moneda hasta en Francia. Por el otro lado, 1.560.000 dólares divididos por 74.000 donantes nos dan exactamente 21.08 dólares por donante. O sea que, sacando la cuenta en forma rigurosa, los supuestamente “ricos” donantes del policía aportaron per cápita apenas 22 centavos de dólar más que los donantes "pobres" de la víctima. Nadie con dos dedos de frente protestaría si uno dice que la donación individual de ambos bandos fue la misma a los efectos prácticos. 

Lo que sucede es que, fundamental y esencialmente, no se trata de una cuestión clasista y económica. En Francia, como en muchos otros lados, la policía a menudo es objeto de violencia y, en este caso, nadie puede ocultar que los suburbios de las grandes ciudades de Francia no son seguros ni siquiera para la propia policía. Y no se trata de una guerra económica. Se trata de un enfrentamiento etnocultural que explota cada tanto, y explota porque oficialmente nadie lo quiere admitir. Jean Messiha puso el dedo justo en la herida cuando defendió su iniciativa diciendo que el policía fue sancionado injustamente y que la recaudación de fondos simbolizaba el rechazo de Francia a ese ataque a traición. 

La verdad es que esa recaudación de fondos se convirtió en un plebiscito. 

Dos etnoculturas, muy diferentes, prácticamente forzadas a convivir bajo un dogma igualitarista que se niega por principio a admitir la realidad, siendo que ninguna de las dos culturas considera ni bueno ni posible convivir con la otra, por lo que ninguna de las dos quiere convivir con la otra, constituyen un barril de pólvora que tarde o temprano tiene que explotar. El delirio de la Europa mestiza de Coudenhove-Calergi no conduce a la paz. Conduce directamente a la guerra civil etnocultural. Una de las formas más sangrientas y crueles de la guerra interna. Precisamente por eso es que hay personajes por demás siniestros, como George Soros, que la fomentan.  

Para evitarlo, lo primero que hay que hacer es eliminar la hipocresía del ámbito político. Porque en muy gran medida el peligro de la explosión del barril de pólvora proviene de aferrarse hipócritamente a dogmas ideológicos en los que las personas normales en su enorme mayoría ya no creen. Es que no pueden creer teniendo los resultados a la vista. Y, si lo piensan un poco, menos todavía pueden creer porque esos dogmas no solo no se condicen con la verdad, sino que ni siquiera respetan las leyes básicas del Orden Natural. El igualitarismo a ultranza, el mito de la infinita educabilidad del ser humano, el desprecio por la incidencia de la religión en la sociedad, el hedonismo como norma suprema, la negación de las diferencias etnoculturales, y docenas de prejuicios similares o concordantes, conducen irremisiblemente a la anomia porque, ante su fracaso, las personas dejan de creer en las normas teóricamente vigentes.

Y, si las normas dejan de respetarse, el caos final y el derrumbe de todo el sistema es inevitable. 

No se trata de que los blancos franceses no quieren admitir a los inmigrantes de color. De hecho, ya los admitieron. Ya tienen más de 8,5 millones de ellos y creciendo. De ese total de 8,5 millones, entre 5 y 6 millones son musulmanes que cuentan con 2,623 mezquitas y centros de culto. La comunidad islámica de Francia es la más importante de Europa (3)

El problema no es que los franceses no quieren a los inmigrantes. El problema es que esos inmigrantes no quieren ser franceses. 


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NOTAS

(1) - Ver Caso "Toubache", muy similar al de Nahel M.. Cf, Arts.122-4 del Código Penal francés y el art. L.2338-3 del Código de la Defensa francés. En consecuencia, el Tribunal de Apelación consideró que el uso del arma por parte del gendarme era absolutamente necesario para detener el vehículo. El Tribunal de Casación compartió esa postura. Luego, obviamente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos revirtió la sentencia a pedido de los familiares de la víctima que invocaron un completamente genérico e impreciso "derecho a la vida" (artículo 2º de la Convención Europea de Derechos Humanos) con el que prácticamente se puede declarar ilegal cualquier muerte que no satisfaga los requerimientos ideológicos del Tribunal.

(2)- Según datos disponibles al 03/07/2023. Las cifras son un promedio de varias fuentes consultadas.

(3)- Cf. https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/leon-opalin/2022/06/06/francia-propagacion-del-islam-oscurantista/