Edición y traducción: Denes Martos
VIKTOR ORBAN
El GRAN CAMBIO QUE VIENE
Discurso del 27/07/2024
Acceda al texto haciendo click sobre la imagen
Me hago responsable por lo que digo; no por lo que Usted entiende.
Edición y traducción: Denes Martos
VIKTOR ORBAN
El GRAN CAMBIO QUE VIENE
Discurso del 27/07/2024
Acceda al texto haciendo click sobre la imagen
"No siempre he
estado equivocado.
La Historia me dará la razón;
particularmente si yo escribo esa Historia"
Winston Churchill
Pues bien, volvamos ahora a nuestro siglo dando un salto de unos 230 años. Si nos tomáramos el trabajo de seguir las diferentes versiones oficiales de lo que sucedió en la Vendée descubriríamos que durante casi dos siglos los demoliberales partidarios de la Revolución Francesa hicieron lo imposible por barrer los hechos de la Vendée bajo la alfombra. El “consenso académico” durante mucho tiempo giró alrededor de una rutinaria argumentación sobre lo ocurrido en la región de la Vendée entre el 3 de marzo de 1793 y el 5 de marzo de 1795 con una secuela posterior entre el 24 de junio de 1795 y el 29 de marzo de 1796. El argumento principal sugería que la cosa no fue tan grave después de todo; que las bajas fueron mucho menores; que se trató de excesos de casos aislados (este argumento nunca falla); que los campesinos también cometieron un sinnúmero de salvajadas… y todo el etcétera normalmente utilizado para trivializar los crímenes de los buenos.
Con el tiempo, sin embargo, poco a poco la voz de los revisionistas se hizo oír. Hoy, el debate se ha estancado con tirios y troyanos repitiendo cada uno su serie de datos y su propia interpretación de los hechos. Basta repasar el artículo publicado en la supuestamente omnisciente Wikipedia ([5]) para verificar que por cada argumento de una parte hay una refutación – o al menos un intento – de la otra, dentro de un recurso de corrección política que consiste en presentar las dos campanas pero haciendo sonar la oficial primero, más fuerte y con más detalle que la otra. Con todo, la revisión histórica ha ganado la batalla en el sentido de que la alfombra ha quedado levantada y ya no se pueden negar los baños de sangre y los mitos pergeñados por herederos de la Revolución Francesa ([6]).
El caso de la Vendée tiene dos características interesantes. Para muchos es el primer caso de genocidio de la Historia moderna y, como tergiversación histórica, está planteada en términos de como la Historia de los vencedores trata de ocultar hechos desagradables y resulta desafiada por la revisión histórica que trata de poner las cosas en su lugar. Hay varios casos de esta clase en la Historia Universal. Sin ir más lejos, el revisionismo de la Historia Argentina consiguió rectificar la figura de Rosas, muy distorsionada por la historiografía demoliberal, ganándole la batalla cultural a la Historia oficial enseñada en las escuelas sarmientinas.
Pero esta clase de tergiversación no es la única. También hay casos en los cuales el tema está planteado al revés: los vencedores, en lugar de tratar de ocultar los crímenes propios, tratan de justificarlos adjudicándole a los vencidos unos crímenes peores. Es el juego retórico del “yo habré sido malo pero el otro era mucho peor”. Una argumentación “ad malum” con el que, con frecuencia y por comparación, el vencedor intenta hacer aceptable cualquier maldad cometida por propia tropa.
Ése fue el caso de las dos guerras mundiales europeas. En ambos casos los villanos terminaron siendo principalmente los alemanes y los inocentes valientes defensores de la libertad, la paz y la democracia fueron los ingleses, los franceses, los norteamericanos y – por último pero no en último término – los rusos, que cuando se trata de atacar a Alemania, siempre se anotan.
La suerte de las armas quiso que en ambos casos Alemania perdiera la guerra. La consecuencia de la derrota en la 1ª GM fue el Tratado de Versalles cuyas cláusulas vengativas fueron la causa más directa del estallido de la 2ª GM. ([7]) Siendo ello así, los autores de la Historia de los vencedores decidieron que Alemania sencillamente no debía ser inocente de las dos catástrofes. En especial tenía que ser la Gran Culpable de la 2ª Guerra Mundial porque, de otro modo, la tesis de la inocencia de los Aliados resultaría inconstruible. Sin una clara culpabilidad alemana no se podían justificar, por ejemplo, los salvajes bombardeos aliados de la población civil alemana sobre Dresden o Berlín y otras ciudades alemanas entre muchos otros crímenes ([8]).
La lógica en estos dos casos fue de hierro: o bien el malo de la Historia es tan malo que merece dos guerras, o bien los malos terminan siendo los otros. Así nacieron mitos como el de los niños belgas con sus manos cortadas por alemanes ([9]) o la supuesta responsabilidad de los alemanes por la masacre de Katyn ([10]).
Consecuentemente la palabra “nazi”, si bien no pensada en su origen necesariamente como un insulto, ([11]) terminó siendo usada como mala palabra para denostar toda la política y a todos los alemanes integrantes o simpatizantes del movimiento nacionalsocialista alemán. Desde el mismo principio, para el mundo demoliberal e incluso para el marxista, los “nazis” fueron los enemigos a vencer. Después de 1945, en especial los nazis – ampliados a “nazifascistas” o abreviados como simplemente “fascistas” pero principalmente los alemanes en general – quedaron etiquetados como los únicos culpables de la guerra.
Contra esta acusación reaccionaron muchos investigadores. Gracias a ellos, fueron emergiendo al menos ciertas verdades. Algunas aceptadas muy a regañadientes, como por ejemplo el caso de Paul Hausser, un destacado general de las Waffen SS que no pudo ser acusado de ningún crimen de guerra o de lesa humanidad ([12]). Pero siguen habiendo hechos firmemente incrustados en la Historia de los vencedores y alguno en especial hasta está, directa e indirectamente, protegido por ley.
efefefefefef
En estos momentos, en Alemania hay una mujer, una anciana de 95 años, condenada a una sentencia de 16 meses de prisión efectiva. Su nombre es Ursula Haverbeck. ¿Su delito? Haber puesto en duda la Historia oficial del Holocausto. ([13])
No es la primera vez que la condenan.
· En noviembre de 2015 fue condenada en primera instancia a diez meses de cárcel por "incitación al odio" ([14]).
· En septiembre de 2016 el tribunal en Detmold la sentenció a 8 meses de prisión.
· En octubre 2016 Un tribunal en Bad Oeynhausen la condenó a 11 meses de cárcel otra vez por “incitación al odio”
· En noviembre de 2016, fue condenada por un tribunal de Verden por artículos que había publicado en el periódico local.
· Varias condenas adicionales en otoño de 2016 condujeron a una ampliación de su sentencia.
· En octubre de 2017 fue condenada a seis meses de prisión ([15]).
· 8 mayo 2018 — fue encarcelada y cumplió una condena de dos años y medio de prisión ([16]).
· En 2022, fue condenada a 1 año otra vez por negación del genocidio.
· El 26 junio 2024 fue condenada a 16 meses de prisión.
La lista no es exhaustiva; faltan varias sentencias por las que le aplicaron multas y restricciones de diversa índole.
El hecho es que en Alemania, poner en duda cualquier aspecto del Holocausto se considera como reivindicación del nacionalsocialismo y no sólo éste en forma puntual, sino cualquier acto, símbolo o manifestación encuadrable en la definición de “extremismo de derecha” está prohibido por ley. El §86 y §86a del Código Penal alemán regula todo lo relacionado con el criterio de “extremismo de derecha” en sus más mínimos detalles.
En una publicación de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución ([17]) se detallan y explican los criterios aplicados. Los principales se refieren a:
1. Distribución de medios propagandísticos de organizaciones inconstitucionales;
2. Concepto de “medio de propaganda”
3. Concepto de "orden básico libre y democrático"
4. Concepto de “ideas contra el entendimiento entre los pueblos”
5. Contenido del medio de propaganda.
6. Concepto de “partido” y “asociación”
7. Organizaciones nacionalsocialistas pretéritas
8. Delitos y círculos de perpetradores.
9. Cláusula de adecuación social
10. Utilización de símbolos de organizaciones inconstitucionales
11. Violaciones de prohibiciones
En una segunda sección, se publican 54 organizaciones, asociaciones y grupos o partidos políticos que fueron prohibidos por esta ley entre 1980 y 2021 más toda la lista de símbolos y distintivos también prohibidos ([18]).
En Alemania existe, pues, todo un aparato jurídico y policial perfectamente diseñado y expresamente dedicado a reprimir todo acto o manifestación que pueda interpretarse como apología del nacionalsocialismo del Siglo XX, muy especialmente si se trata de la negación o trivialización del Holocausto.
No voy a entrar aquí en el detalle del Holocausto como tal. Tampoco me interesa discutir aquí la cifra de las 6 millones de víctimas. Esa cuestión cuenta con una verdadera montaña de bibliografía, tanto a favor como en contra, y quien quiera interiorizarse de la disputa tiene toda una pléyade de libros y documentos para consultar. El tema de esta nota es otro.
El Holocausto es el único evento histórico cuya Historia oficial está protegida por ley en forma directa o indirecta en varios países. ¿Por qué? ¿Por qué hay que proteger por ley un hecho histórico? ¿Por qué hay que abrirle docenas de causas y mandar a la cárcel a una anciana de 95 años por dudar de la versión oficial de hechos ocurridos en el siglo pasado? ¿Por qué discutir la versión oficial de los "buenos" se interpreta siempre como una apología de los "malos"?
El ejemplo para ilustrar el punto no tiene por qué ser el Holocausto. El caso de manual, perfectamente ilustrativo, quizás sea el de la destrucción de la ciudad de Dresden ([19]).
Según los datos oficiales disponibles, en febrero de 1945 la ciudad de Dresden se hallaba sobrepoblada por una gran masa de refugiados que huía de los soviéticos. Albergaba así a aproximadamente 1.300.000 personas concentradas en un área de unos 28 km2 . Sobre esa cantidad de gente, entre el 13 de Febrero hasta el 17 de Abril de 1945 se lanzaron unas 6.578,3 toneladas de bombas entre explosivas e incendiarias y se destruyeron más de 12.000 edificios en el centro de la ciudad solamente.
La cifra oficial y políticamente correcta de víctimas está establecida entre 22.700 y 35.000 personas. ([20]) Hagamos un cálculo rápido: 6.578,3 toneladas de bombas sobre 28 km2 hace un total de 235 toneladas por km2. Si con eso se mataron 35.000 personas, eso significaría que se emplearon casi 188 kg de bombas para matar a una sola persona. Si eso fuese cierto, el bombardeo de Dresden debería figurar en el Libro Guinness de Récords como el bombardeo más ineficiente de la Historia. Ciento ochenta y ocho kilos de bombas para matar una persona amontonada con otras 1.300.000 personas en un área de 28 km2 es simplemente un disparate; más si consideramos que se trató de bombas de alto poder explosivo y de bombas incendiarias. Que sean 6 millones las víctimas del Holocausto. Pero no son 35.000 las de Dresden.
Por otro lado, ¿qué se puede decir de las 80 a 100 millones de víctimas del comunismo tan solo entre Lenin/Stalin, Mao y Pol Pot? Según los mismos datos oficiales el comunismo masacró más de 10 veces la cantidad adjudicada a Hitler y a Mussolini juntos. Y hay una pregunta que nadie me ha conseguido responder jamás: ¿Por qué masacrar 6 millones de personas por pertenecer a una etnia en particular es más grave que asesinar entre 80 y 100 millones de personas por pertenecer a una clase social? Obviamente no es exclusivamente cuestión de números. Pero si los nazis mataron 6 millones por no ser arios, los comunistas mataron 15 veces más por no ser proletarios. ¿Por qué lo primero es un crimen de lesa humanidad que clama al cielo y lo segundo tan solo un lamentable error político?
En Alemania, si alguien insistiese demasiado en subrayar estas inconsistencias e incoherencias, no es nada imposible que la Oficina de Defensa de la Constitución le abra un proceso por divulgar “ideas contra del entendimiento entre los pueblos”. Pero además, si eso no se pudiese aplicar, siempre quedaría la opción de recurrir al §130 del Código Penal que prohíbe la “incitación al odio” contra un pueblo, clase o grupo de personas. Textualmente:
La “incitación al odio" ocurre cuando se insulta maliciosamente a otras personas, se las hace parecer despectivas y con ello se viola su dignidad. También es un delito penal distribuir escritos o textos en Internet que nieguen los crímenes nacionalsocialistas o inciten al odio racial. La incitación al odio puede castigarse con multa o pena de prisión de tres meses a cinco años. ([21]).
O sea: en Alemania es suficiente con negar o poner en duda cualquier dogma oficial para ser caratulado inmediatamente como “negacionista” y acusado de haber cometido el delito de incitación al odio. Este tipo de leyes son muy prácticas; hacen que uno recuerde el famoso Art. 58 del Código Penal soviético que introdujo el concepto de “enemigo del pueblo” aplicable a cualquier persona que no se alineara perfectamente con la doctrina sustentada por el Estado. Son leyes tan hábilmente redactadas que permiten condenar a 10 o 25 años de prisión a cualquier persona “indeseable” hasta por escupir en la vereda si no hay otra acusación más contundente. Alexander Solyenitzin lo sufrió en carne propia; basta con leer cualquiera de sus libros sobre el GULAG.
Eso es lo que Ursula Haverbeck ha estado enfrentando en Alemania por “negación del Holocausto” y por “incitación al odio” durante los últimos 9 años de sus 96 años de vida. Un dogma oficial impuesto por los vencedores que no puede ser negado so pena de sanción por una ley específica. Y por si esa ley no sirve, hay otra “ley-red” que permite pescar a todos los “negacionistas” que de alguna manera se escabullen de la primera. Es infalible.
Y no se crea que solo en Alemania esto es así. Varios otros países han adoptado una estrategia muy similar. En España, Pedro Varela enfrenta una sentencia de 12 años de prisión por vender libros y tener opiniones contrarias a lo exigido por el dogma oficial. ([22]) Es la misma historia que la de Ursula Haverbeck en Alemania; también en España está prohibido negar la Historia de los Vencedores.
Usted puede negar a Dios; puede negar que la tierra es redonda; puede negar que en una determinada especie existen por norma solo dos sexos o negar que el aborto es un homicidio porque un ser humano en gestación no es una persona; puede negar el Big Bang y afirmar que la tierra tiene solo 5.000 años de antigüedad; puede negar que el hombre llegó a la luna; puede negar que la Guerra Fría fue fría; puede negar que al presidente Kennedy lo mató Oswald, o que hace días, en el último atentado a Donald Trump, Thomas Matthew Crooks actuó solo, sin ayuda de nadie; puede negar la teoría de Darwin y sostener que somos un experimento ganadero de extraterrestres; puede decir que la estela que dejan a veces los aviones en el cielo no es agua condensada sino fumigación de productos químicos lanzados para enfermarnos; puede negar que Napoleón abandonó al menos dos veces a su ejército en batalla; que Gengis Khan ordenó la creación del alfabeto mongol; o que Atila despreciaba el oro y el lujo inútil… Todo eso y miles de cosas más podrá negar. Siempre y cuando se mantenga dentro de los límites establecidos por la censura de los buenos, podrá hasta convertirse en un negacionista profesional. Quizás se meta en unas discusiones fenomenales pero nadie lo va a meter preso.
Ahora, eso sí: antes de negar algo que está fuera de esos límites, averigüe primero quiénes fueron los únicos verdaderos vencedores de las dos guerras mundiales del Siglo XX y cuales fueron los dogmas de fe indiscutibles que impusieron. Después ponga atención en no revelar muchas de las cosas que esos vencedores cometieron y prefieren olvidar o no contar. Sobre todo, ni se le ocurra negar las cosas de las que acusaron a los perdedores.
Porque, si lo hace, va a tener un juez que lo estará esperando y, con tan solo un poco de mala suerte, también habrá un carcelero preparando una celda para Usted.
Y a nadie le importará. Incluso si es una abuela que tiene 95 años y se desplaza en una silla de ruedas, o si lo único que hizo fue el error de creer en eso de la libertad de expresión.
fefefefefefe
[1]
)- «Mi intención es prender fuego a todo y conservar sólo los puntos
necesarios para establecer nuestros acantonamientos adecuados para el
aniquilamiento de los rebeldes». (Propuesta de Turreau al ministro de
guerra de la Convención en Enero 1794 describiendo las tácticas que se proponía
emplear en La Vendée. Más adelante ordenaría el asesinato de cualquier
refractario, fuese mujer o niño: «todos tienen que ser pasados a espada».
Cf. https://alphahistory.com/frenchrevolution/general-turreau-vendee-1794/
(Consultado el 13/07/2024)
[2] )- Orden del día del general Louis Grignon, al mando de la primera columna revolucionaria que ingresó en la región. (Cf. Nicolas Delahaye y Pierre-Marie Gaborit, Las 12 Columnas Infernales de Turreau, p. 104-105.).
[3] )- https://www.eldebate.com/historia/20230207/guerra-vendee-primer-genocidio-historia-moderna_91526.html (Consultado el 13/07/2024)
[4] )- Para la Historia completa de La Vendée, consultar: https://editorial.quenotelacuenten.org/productos/pasion-y-gloria-de-la-vendee-heroes-del-genocidio-frances-hna-sagesse-parresia-ediciones/
[6] )- Como, p.ej. el mito de la “Toma” de la Bastilla. Es que la Bastilla nunca fue tomada por asalto. Jordan de Launay , su comandante, se rindió y a pesar de eso, fue Tras más de cuatro horas de combate, los defensores de la Bastilla se rindieron con la condición de que les perdonasen la vida. Pero su petición fue en vano. A de Launay lo mataron su cabeza y las de algunos oficiales de la guardia fueron clavadas en una pica, paseadas por las calles y finalmente expuestas en el Ayuntamiento de la París.
[7] )- El Tratado de Versalles se firmó el 28 de junio de 1919: El Mariscal Ferdinand Foch como si más que un mariscal hubiera sido un oráculo dijo. «Esto no es una paz. Es un armisticio de veinte años». La 2ª GM comenzó el 1° de septiembre de 1939. Le erró por apenas 64 días.
[8] )- Cf. Joaquín Bochaca, “Los Crímenes de los Buenos”, 2018, ISBN 9781912452842
[9] )- De la 1a Guerra Mundial. La mayoría de las historias al respecto provenían de testimonios franceses sobre los refugiados belgas. Hoy se sabe que se trató de un episodio totalmente inventado destinado a demonizar al enemigo.
[10] )- En la 2ª Guerra Mundial se produjo la masacre de 22.000 militares, políticos, artistas e intelectuales polacos ejecutados por los soviéticos en los bosques de Katyn y otros lugares. Durante más de medio siglo la URSS se mantuvo firme acusando a la Gestapo alemana de la matanza. Luego de la caída del imperio soviético,– en 2010 siendo Putin primer ministro (2008-2012) – la Rusia actual reconoció la autoría soviética y pidió perdón públicamente.
[11] )- Originalmente un apodo o acrónimo del término alemán “National Sozialist” para diferenciarse de su principal adversario socialista que era conocido comúnmente por el apócope de “sozi”; (de “Sozialist en alemán)”.
[12] )- Uno de los generals más destacados de las Waffen SS, muy querido por su tropa (sus subordinados lo llamaban “Papá” Hausser) llegó hasta testificar a favor de sus camaradas en 1946 durante los juicios de Nuremberg por crímenes de guerra. Al no encontrar de qué acusarlo, lo tuvieron que poner en libertad en 1948. Fue dirigente de la asociación de veteranos de las Waffen-SS; escribió varios libros y falleció en su casa a los 92 años el 21 de Diciembre de 1972, día del solsticio de verano en el hemisferio norte.
[13] )- 25-06-2024 Ursula Haverbeck condenada a 16 meses por negación del Holocausto.
[15] )– https://www.dw.com/es/seis-meses-de-prisi%C3%B3n-para-alemana-negacionista-del-holocausto/a-40979052
[17] )- Verfassunsschutz : La agencia de inteligencia policial del Gobierno Federal alemán.
[18] )- Ed. Bundesamt für Verfassungsschutz. Öffentlichkeitsarbeit. (Septiembre 2022 B-0001). Ver: https://www.verfassungsschutz.de/SharedDocs/publikationen/DE/rechtsextremismus/2022-02-rechtsextremismus-symbole-zeichen-organisationen.html (Consultado: Junio 2024)
[19] )- Para un informe completo del caso de Dresden, incluyendo el testimonio personal de Kurt Vonnegut un prisionero de guerra norteamericano testigo presencial de los bombardeos, ver: https://denesmartos.blogspot.com/2019/02/la-sangre-de-dresden.html
[21] )- Gerd Schneider / Christiane Toyka-Seid: Das junge Politik-Lexikon von www.hanisauland.de, Bonn: Bundeszentrale für politische Bildung 2024.
Conoce a tu enemigo
y conócete a ti mismo;
así podrás combatir en cien batallas sin desastres.
La oportunidad de evitar la derrota
está en tus manos
Pero la oportunidad de derrotar al enemigo
la provee el propio enemigo.
Sun Tzu
La guerra es una
masacre
entre gentes que no se conocen,
para provecho de gentes que sí se conocen
pero que no se masacran
Paul Valerie
El estimado lector se habrá dado cuenta: los políticos
famosos gritan a todos los vientos que hay que enviar dinero y armas a quienes
luchan entre sí. Por supuesto, lo que queda por verse es quién decidirá quién será el beneficiario. En cuanto a la guerra
ruso-ucraniana, el panorama ya está completamente "aclarado": Estados
Unidos y la mayoría de los países europeos envían armas a Ucrania y, por
supuesto, fuertes cantidades de dinero. Está claro a quién "alientan"
desde sus cómodos sillones y en sus palacios, aún más cómodos y bien vigilados;
y cada vez está más claro que el número de partidarios de la guerra está
aumentando. Es decir: no entre la población mundial, sino entre los líderes del
mundo. Del mismo modo está más claro que nunca que quienes – encabezados por el
presidente francés – "agitan" la posibilidad del despliegue de armas
nucleares, también consideran concebible la posibilidad del estallido de una
Tercera Guerra Mundial. Así que el mundo está bajo una lluvia de ideas, provocada
más específicamente por aquellos que están del lado de la guerra. Y no
olvidemos que el Estado judío también está en guerra en un Medio Oriente que se
halla en constante ebullición.
Ya aprendimos en la escuela secundaria que toda guerra es necesaria para los especuladores: deben destruir o esclavizar a la persona a la que quieren robar. Y la JUSTICIA, que tantas veces ha sido expresada y desacreditada, nunca tuvo nada que ver con la realidad. Tampoco ahora tiene algo que ver. Y menos aún tiene que ver con la decencia. Hace mucho tiempo, también aprendimos la verdad de Orwell, que hemos citado varias veces: "Uno de los efectos circunstanciales más terribles de la guerra es que la propaganda de guerra, los aullidos, las mentiras y el odio provienen de personas que no combaten. "
Es difícil discutir esta verdad. Es que no se puede
porque es innegablemente cierta. En toda guerra, los líderes
inteligentes sacrifican a los jóvenes, y cuando todos están muertos, les siguen
los de mediana edad. Y los especuladores siguen dando órdenes desde sus seguros búnkeres.
Así es ahora también.
Pero también es innegable que la humanidad siempre ha
encontrado motivos para la guerra. Leí, por ejemplo, que en 1925 un perro
provocó una guerra entre Bulgaria y Grecia. El perro se escapó y un soldado
griego lo siguió. El pobre cruzó la frontera y los guardias fronterizos le
dispararon. El incidente resultó en la Guerra de los Diez Días. En 1969, el
fútbol provocó un conflicto entre El Salvador y Honduras. En todo caso, ya había
tensión entre ellos por ciertos temas migratorios, pero tras el resultado de
las eliminatorias para el Mundial de 1970, cuando ganaron los salvadoreños,
estallaron las hostilidades. Al parecer, tres mil personas perdieron la vida. (1)
De las líneas anteriores debería haber quedado claro para
todos, que personalmente no entiendo nada, nada en absoluto acerca de la guerra,
y ni quiero entenderla. Pero el único objetivo de los pocos ejemplos citados era demostrar que el mundo en el que vivimos no ha aprendido nada de los
acontecimientos de los siglos y milenios pasados y
ha olvidado por completo las reglas de la moralidad. No busca ni quiere saber
la verdad y la moralidad, sólo
hace la guerra en beneficio propio, hace negocios, mata, asesina sin pensar. Y
mientras tanto, por supuesto, predica sobre la justicia.
Volviendo a nuestra región, ¿qué clase de justicia hubo cuando los líderes estadounidenses, miembros de la llamada élite global, fueron enviados a un país supuestamente independiente durante el Maidan ucraniano? Aquellos que esencialmente robaron al país y no niegan que todavía les saliva la boca y les sigue salivando por los recursos minerales especiales que se encuentran en Ucrania. En nombre de la democracia. Claro. Pero ¿qué tiene que ver Europa con esto? ¿Por qué Europa tiene que gastar tanto dinero y armas en esta guerra? ¿Y por qué es necesario predicar sobre la democracia, cuando ya han admitido que lo que les interesa son los recursos minerales de Ucrania?
Mencionan la agresión rusa, mientras nosotros vivimos en la
agresión europea. Está más claro que un día sin nubes que hay dos países que están
en desacuerdo. Dos vecinos. Pero ¿qué tenemos que ver con esto todos los demás?
Nada. Aun así vemos que las hienas del mundo pretenden iniciar una guerra
mundial. Que pretenderá ser controlada por un gobierno mundial después que hayamos sido
conducidos a un enorme agujero. Mucha gente ya ha escrito sobre esto, así como
sobre el hecho que todo es cuestión de dinero; es decir: el mundo entero está
en venta. “Porque el dinero triunfa sobre todo. Suyo es el deseo, suyo es
el dolor. El cuerpo y el espíritu luchan por él. Todos los caminos conducen a
él. Por él se libran guerras y las luchas entre los hombres. Y por este maldito
dinero se derrama tanta sangre preciosa", (2)
canta Mefistófeles en la ópera Fausto de Gounod. Canta la verdad. Simplemente
no quisimos ni queremos entender.
Hoy no es diferente. Las guerras actuales también son
extrañas. También podríamos leer que en Ucrania desde hace mucho tiempo, casi
desde el principio, se ha cazado a la gente para enviarla por la fuerza a la
guerra, o más precisamente a la muerte. Y la esposa y la suegra del líder
compraron nuevos palacios en toda Europa, por miles de millones. En Hungría
circulan muchos coches ucranianos de alta gama con personas en edad militar al
volante. La (in)justicia vence.
Katalina Kondor (Periodista)
Traducción de Denes Martos
[1]
)- El conflicto armado se libró entre el 14 y el 18 de julio de 1969. Las bajas
fueron probablemente un poco más altas: entre 4000 y 6000 civiles, y más de 15
000 heridos, dependiendo de la fuente. (Nota del Traductor)
[2]
)- La traducción directa del original francés es: (Fausto de Gounod, Acto II)
El becerro de oro vence a los dioses;
¡en su gloria irrisoria...
el monstruo abyecto insulta a los cielos!
¡Contempla, con extraño delirio,
al género humano a sus pies
precipitándose, acero en mano,
en la sangre y en el fango,
donde brilla el ardiente metal!
¡Y Satanás dirige el baile!, dirige el baile.
Ver: http://kareol.es/obras/fausto/acto2.htm
(consultado el 11/07/2024 - DM)
Es instructivo detenerse
un poco en la crítica de los que,
no solo nunca han conseguido llegar al Poder,
sino que jamás han pasado de la etapa del
"cuantos somos, que nombre le ponemos
y cuando sacamos la Declaración de Principios".
La gota horada la
piedra
no por su fuerza sino por su constancia.
Ovidio (42AC – 17DC)
Desde que tengo uso de razón política – y ya va siendo más de medio siglo – he tenido oportunidad de ver casi innumerables intentos de lograr la unión de las fuerzas nacionales. Es más: por mis pecados, incluso he participado en algunas ocasiones de iniciativas a tal efecto. Lo hice hasta que me di cuenta que, para llegar al punto “B” partiendo del punto “A”, se pueden elegir muchos caminos pero el menos recomendable de todos es tratar de llegar dando vueltas por el mismo círculo una y otra vez.
La cosa siempre comienza alrededor de una mesa, en algún bar, un
domingo a propósito de un asado etílicamente muy bien regado, o alguna otra
oportunidad semejante. Se reúnen entre cuatro y seis o siete personas y deciden
formar: 1)- Una agrupación, si son más o menos racionales, o bien 2)- Un
Movimiento, si están ya tan exaltados que sueñan despiertos, o bien 3)- Un
partido político, si están completamente locos y además el etílico les ha
pegado demasiado fuerte.
Lo de la Declaración de Principios ahora ya no se estila
pero en su momento requería larguísimos debates acerca del contenido; pero más
largas controversias todavía se armaban en cuanto a las palabras exactas a
emplear. No era lo mismo “libertad”, que “soberanía”, o “independencia” o
“autarquía”, o “autonomía” y de “emancipación” ni hablemos. Cada uno de estos términos podía llevar horas
enteras del más profundo análisis semántico; lo cual con el tiempo me terminó
enseñando algo: y fue que hay muchas discusiones posibles alrededor de
cualquier tema pero las discusiones más perfectamente inútiles son las
discusiones semánticas.
Lo que sucedió fue que ese ultra perfeccionismo de algún
modo se coló en la mentalidad ideológica de muchos de tal modo que se convirtió
en dogma de fe y vara de medida para juzgar cualquier propuesta, posición o
acción política. Desde el llano, por supuesto, porque demás está decir que
ninguna de esas agrupaciones, movimientos o partidos políticos llegó al Poder
y, por consiguiente, todos tuvieron la enorme ventaja de no tener que vérselas
con los problemas prácticos y concretos que todo ejercicio real del Poder
político tiene que resolver.
Desde esa posición, los dogmáticos del perfeccionismo – y
esto les cabe tanto a los de derecha como a los de izquierda – se sienten
acreditados a desempeñarse como jueces supremos de las acciones de cualquier
político, cualquier partido y cualquier movimiento. Conozco unos cuantos que
nunca han conseguido llegar ni cerca del Poder pero que, sin embargo, actúan
como depositarios de la perfección doctrinaria. Esta gente, desde las
inaccesibles alturas de su excelsitud ideal, minimizan los logros de aquellos que,
aún lejos de la perfección, luchan y por lo menos consiguen hacerse oír en una
selva de medios metodológicamente adversos.
Claro, si uno está en posesión de las soluciones óptimas, si
uno vive allá, en el pináculo del idealismo abstracto inalcanzable para los
infelices mortales, y si encima uno no tiene ninguna responsabilidad por las
críticas que emite, entonces no cuesta mucho constituirse en juez y dictar
sentencia sobre los actos y las decisiones de los que luchan en el barro contra
los cerdos que, como decía Bernard Shaw, no solo se ensucian sin ningún
problema sino que encima les gusta.
Yo a estos perfeccionistas les pediría amablemente que, al
menos por un tiempo, dejen la criticonería de lado y demuestren más lo que
saben hacer y no tanto lo que saben decir. Que de última a sus dichos los sabemos de memoria
porque hace como ochenta años que siempre dicen lo mismo.
Eso que los medios hoy catalogan de "extrema
derecha" por supuesto que no es para nada extrema. En muchos casos se
trataría, tan solo del “extremismo” del sentido común y gracias. Decir de
Orbán, Melloni, Abascal, Marine Le Pen o la gente del AfD que son “extremistas”
es estirar el concepto de “extremismo” hasta el más imposible extremo de la flexibilidad.
Lo gracioso del caso es que lo de “extremistas” es un calificativo que les han
endosado sus enemigos políticos en la esperanza de que el electorado se espante
de lo “extremo”. Cómo tendrá la
paciencia colmada la nada despreciable cantidad de gente que los apoya siendo
que los vota a pesar de – o quizás precisamente porque – todo el mundo
polcorrecto los considera extremistas.
Pero si la “extrema derecha” tiene muy poco – si es que
tiene algo – de extrema, tampoco tiene gran cosa de “derecha”; sea lo que se
quiera señalar hoy en día con ese término.
La sinrazón de dividir el arco político en derechas e
izquierdas ya ha sido demostrada infinidad de veces. En realidad de verdad lo
de “derecha” e “izquierda” – incluso lo de “centro” – solo es un
convencionalismo para graficar posiciones, no para sintetizar el contenido
ideológico de esas posiciones. Son tan solo “lugares” abstractos dentro de un
mismo sistema y ni siquiera son consistentes dentro de las variables locales
del mismo sistema. Un liberal con todas las de la ley sería considerado “de
izquierda” en Europa mientras que en la Argentina todo el mundo lo pondría a la
“derecha” al lado de Milei.
En realidad, cada tendencia política es definida por su
enemiga política. Los de derecha son de derecha porque los de izquierda los
etiquetan como “de derecha”, y viceversa: los de “izquierda” son aquellos que
“la derecha” señala como “la oposición de izquierda”. Lo cual me hace recordar la frase de Alain de
Benoist que supo decir ante la crítica de los intelectuales franceses de
izquierda: “No me molesta que me llamen de derecha; por lo menos eso define que
estoy en otro lugar”.
Con todo, la reacción de los medios masivos ante las
elecciones parlamentarias de la UE revela preocupación. Y, si hay preocupación
en esos ámbitos, es signo de que tan mal no viene la tan mentada “extrema
derecha”. Al fin y al cabo la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en Francia ¡obligó
a la disolución del parlamento francés, al llamado a nuevas elecciones legislativas
y queda por ver si no voltea todo el gobierno! La Alternativa para Alemania
(AfD) fundada hace apenas 11 años ya llega poco a poco a ser la segunda fuerza
política en Alemania y la primera en algunas provincias alemanas.
Orban, el enfant terrible de Hungría – un país del tamaño de la provincia de Neuquén y la población de Honduras – lleva siendo elegido cinco veces Primer Ministro: la primera vez para el período 1998-2002 y después de un período en la oposición, ha sido reelegido por cuatro mandatos consecutivos desde 2010 a la fecha – es decir con una permanencia continua de más de 14 años con una mayoría parlamentaria de dos tercios.
Son logros y avances que no se pueden barrer bajo la alfombra con el argumento fácil de que los muchachos de la AfD no desfilan por la avenida Unter den Linden de Berlín a paso de ganso festejando la reincorporación de Austria a un nuevo Reich gracias a una alianza con el FPÖ austríaco. La gente de la Agrupación Nacional en Francia no va a producir en los próximos meses una versión maurrasiana de la Revolución Francesa. Viktor Orban no va a restaurar la Gran Hungría del rey Matías Corvino y Santiago Abascal de Vox no va a reconstruir en los próximos meses la España misionera y conquistadora dotada de alas de Imperio con la que soñaban los falangistas de José Antonio Primo de Rivera. Como que Giorgia Melloni tampoco va a convertir el Mediterráneo en el Mare Nostrum de un nuevo Imperio Romano en el cual el Senatus Populusque Romanus sea suplantado por un nuevo Gran Consejo Fascista.
Es cierto: nada de eso ocurrirá en el corto y muy
probablemente tampoco en el mediano plazo. Y en cuanto al largo plazo los
Hombres seguirán proponiendo y Dios seguirá disponiendo como siempre, porque como con no
poco sarcasmo sentenció en su momento John Maynard Keynes, el largo plazo no
existe porque en el largo plazo estaremos todos muertos.
Por consiguiente, los resultados de la votación para el
Parlamento Europeo del 9 de Junio pasado, no son para salir a descorchar
botellas y brindar por el resultado de la Gran Revolución Esperada.
Decididamente estamos lejos de eso. Pero hay que ser muy ciego y muy obtuso
para no ver que a la frase anterior hay que evaluarla con los datos del
contexto y la tendencia. Hay muchas cosas en juego – y no son las mismas en
todos los países – el panorama es complejo, las posibilidades políticas reales
de los diferentes protagonistas tampoco son las mismas, y, por sobre todas las
cosas, las condiciones del mundo entero no son ni por asomo las mismas de la
primera mitad del Siglo XX.
Así como “la izquierda” tuvo que revisar sus papeles después
del derrumbe de la Unión Soviética, del mismo modo “la derecha” tiene que
revisar los suyos. Y no porque los ideales nacionales y los conceptos de
nacionalidad seas malos u obsoletos, sino porque los problemas han cambiado y
los problemas actuales no se resuelven con las propuestas de la primera mitad
del Siglo XX.
Han pasado más de 70 años. No es cuestión de cambiar de
ideales; especialmente no de aquellos basados en el sentido común, en la real condición humana, y en la sólida
experiencia de una tradición más de dos veces milenaria. Pero sí es cuestión de
adecuar estrategias, tácticas y conceptos a una guerra que ya no transcurre en
los viejos campos de batalla ni se libra con las armas que fueron efectivas
cuando no existía ni la TV, ni las computadoras, ni los celulares, ni la
estación espacial, ni los drones. Decididamente ya no estamos igual que cuando
los datos había que sacarlos de la biblioteca, o de los 12 tomos de la
Enciclopedia, y cuando a los “boletines” los imprimíamos a mimeógrafo, los
repartíamos a mano y los mensajes de texto los entregaba el cartero.
Hoy, dos días después de la votación europea, nuestra vida
no ha cambiado ni va a cambiar gran cosa en el próximo par de meses. Con tan
solo un poco de suerte y mucha constancia, dentro de un par de años, este “fuerte
avance de la derecha” será recordado como apenas el principio del proceso
mediante el cual Occidente recuperó el sentido común. Lo que sucede es que, sin
ser el sentido común algo "extremo" ni nada parecido, al recuperarlo ya
no parecerá tan imposible rescatar al menos lo esencial y básico de nuestra
cultura que hoy viaja por el tobogán de la mediocridad hacia la más total
decadencia.
De una vez por todas hay que dejar de lado la crítica fácil a las diferentes corrientes nacionales que han surgido para enfrentar una enorme cantidad de problemas que amenazan con destruir por completo nuestra cultura y hasta nuestra civilización: la destrucción de las familias, la mestización inasimilable de las sociedades, la sistemática estupidización de las masas, el afeminamiento de los varones y la masculinización de las mujeres, la sexopatía que recomienda la hormonización de los niños, la hegemonía de los plutócratas financieros, el materialismo dogmático, el ateísmo militante que lucha por eliminar a Dios de la ciencia y hasta de la metafísica atacando no ya tan solo a la religión sino negando directamente la religiosidad como algo normalmente inherente a la condición humana, el individualismo codicioso, el hedonismo que no se detiene ni ante la autodestrucción por narcóticos, la relativización de los valores morales y la tolerancia frente al crimen, el analfabetismo funcional producto de una educación convertida en adoctrinamiento, el belicismo hipócrita que condena verbalmente la guerra pero que la provoca para mantener el control sobre regiones y países enteros alimentando de paso una enorme industria bélica.... y la lista podría seguir, no digo ad infinitum pero sí por un buena cantidad de páginas.
Quienes están, de algún modo y en alguna medida, peleando contra todas esas lacras no se merecen el desánimo producido por el discurso de los que desprecian cualquier pequeño logro parcial solamente porque no es ni óptimo ni perfecto según su bastante debatible punto de vista. No es tan cierto que "lo óptimo es enemigo de lo bueno". No se trata de eso. Esa máxima se ha usado incluso para justificar cualquier mamarracho. De lo que se trata es de que, a la larga, muchos pequeños buenos logros, adecuadamente asegurados – y hasta algunos fracasos bien aprendidos – pueden conducir a resultados óptimos. Y varios resultados óptimos pueden terminar aproximándonos bastante a lo perfecto en la medida en que la perfección es humanamente posible en absoluto.
Las grandes construcciones no se levantan de golpe a la invocación de un mágico "abracadabra". Se levantan poniendo piedra sobre piedra, ladrillo sobre ladrillo, a lo largo de una cantidad considerable de tiempo.
Como señalaba Ovidio, una gota de agua persistente puede terminar perforando la piedra.
En la metáfora del poeta romano el acento está puesto en la constancia.
En la vida real de los seres humanos el énfasis está puesto en una constancia con voluntad de aprender.