sábado, 12 de junio de 2021

SOBRE DESEMBARCADOS Y GENUFLEXOS

La piedad – cuando es cálida, blanda y pasiva
como el éter alrededor del trono de la Gracia –
se vuelve insensible e inactiva
cuando quien la practica
pasa demasiado tiempo arrodillado.
Walter Savage Landor 

Hay cosas que son graciosas hasta que se vuelven serias y con solo un poco de mala suerte (o de mala voluntad) se pueden convertir en trágicas.

Me pasó con el caso de Don Alberto Fernández, – a la sazón presidente de los argentinos por delegación vicepresidencial –  quien, confundiendo a Litto Nebbia con Octavio Paz, le asignó al segundo los dichos del primero. Porque el que dijo (mejor dicho el que cantó) "Los brasileros salen de la selva/ los mejicanos vienen de los indios /pero nosotros los argentinos/ llegamos de los barcos" fue Litto Nebbia. [1] Octavio Paz fue al menos algo más elegante y un poco – no demasiado – más ajustado a la Historia: "Los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos de los barcos".  [2]

Lo gracioso del caso es que, si el Beto hubiera citado a Octavio Paz correctamente, es muy posible que todo el izquierderío indigenista hasta lo hubiera aplaudido. Incluso Don Octavio mismo le hubiera sonreído desde su tumba. Es que hacer descender, así, genéricamente, a mexicanos y peruanos de los "pueblos originarios", ocultando detrás de la nuble del relato postmoderno todo el aporte Hispano tras deconstruirlo reivindicando hasta los mitos más quiméricos de la Leyenda Negra, eso es algo que un paladar acostumbrado al sabor de la lucha de clases hubiera saboreado con fruición. Pero no. El Beto no se quiere convencer de que, cuando alguien es no solo ignorante sino incluso chabacanamente orgulloso de serlo, seguro que termina haciendo un papelón cuando se quiere hacer el canchero.  Porque lo de los papelones, últimamente parecería ser que hasta los colecciona.

Hasta ahí la chacota generadora de un sinnúmero de memes, algunos graciosos y otros olvidablemente vulgares, como siempre pasa. Pero  sucede que después de la chacota, uno apaga la computadora, se tira para atrás en la silla y se pone a reflexionar. Ahí es cuando me aparecen los dos angelitos que se dibujaba Giovanni Guareschi en cada oreja: uno que parecía un diablito y otro que era un angelito de verdad.

Y el diablito me decía:

—No te burles tanto, Denes, que vos sos de los que descendieron del barco. No vengas ahora a hacerte el gaucho Moreira porque no te lo cree nadie.

Pero antes de que pudiera mandarlo a los cálidos lugares de donde había salido, en el otro oído apareció mi angelito de la guarda diciéndome:

— No le hagas caso. Es un maldito buscapleitos. Si no genera un conflicto no es feliz. Del barco bajaste hace exactamente 72 años y no viniste; te trajeron. Viviste toda tu vida aquí, enamorado de la Argentina y de su gente. Es más: cuando te llegue la hora en que te llamen de arriba, tus restos mortales van a quedar aquí.

Pero el diablito, además de malicioso también es terco.

— ¡Buscapleitos un carajo! – lanzó –  ¿No te quedaste con la boca abierta en aquella oportunidad cuando, parado del otro lado del Danubio, viste por primera vez el castillo de Buda? ¿No te hierve la sangre cada 23 de Octubre cuando se conmemora la Revolución Húngara de 1956 y escuchás a los tanos cantando el avanti ragazzi¿Acaso no se te aceleró el corazón aquella vez que viajaste a Hungría y viste desde el avión los puentes de Budapest?.

En el otro oído mi angelito bueno no pudo contener su enojo:

— "¡Tonterías!" – estalló – "¡Puras tonterías! Lo de los puentes te emocionó porque la imagen que viste esa vez fue igual a la del cuadro que estaba en la casa de tu abuela y que viste miles de veces mientras eras niño. ¡Y claro que te quedaste con la boca abierta viendo el castillo de Buda! Cientos de miles de turistas de todo el mundo se quedan igual de boquiabiertos todos los años. ¡Y la revolución del 56! ¿Acaso no te hierve la sangre de la misma manera siempre que te acordás de Malvinas y de los caídos? Además, también te saltaron las lágrimas cuando, en plena resistencia peronista, en el momento en que sacaron del velatorio el féretro con el cadáver del negro Ocampo, toda la patota de la UOM se puso a cantar a voz de cuello la marcha peronista prohibida por ley en todo el país. Y sí; es cierto que se te hace un nudo en la garganta cuando escuchás a los tifosi del Lazio cantando eso de «Avanti ragazzi di Buda, avanti ragazzi di Pest». ¡Y qué!  Esa canción fue calificada como la «más bella jamás compuesta sobre la revolución de 1956» por el actual Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán..."


— ¡Basta! – grité – Ustedes dos me van a volver loco. ¡Cállense la boca! 

La verdad es que estos dos me agarraron en un momento de debilidad y lo de la referencia a los tifosi del Lazio fue un golpe bajo.

Resulta que el martes pasado, el 8 de junio, la selección de Hungría jugó en Budapest un partido amistoso con la selección de Irlanda en los prolegómenos de la Eurocopa. Eso por un lado. Por el otro lado, parece ser que los grandes popes del fútbol europeo decidieron solidarizarse con los afroamericanos de EE.UU. en su campaña de "Black Lives Matter" [3] en cuyo marco los negros norteamericanos le exigen a la sociedad blanca que se haga responsable por haber empleado mano de obra esclava africana a lo largo de la Historia. En otras palabras: si Usted es blanco (así genéricamente hablando) se tiene que hacer responsable por el maltrato que "los blancos" (así, de nuevo genéricamente) le hicieron sufrir a "los negros" (otra vez, en general) a lo largo de la Historia. La cuestión es que no importa si Usted es estonio, alemán del Volga, finlandés, ucraniano o chileno descendiente de polacos. Con solo tener la piel blanca Usted es culpable de esclavismo; por lo que tiene que pedir perdón y punto.

La campaña se traduce en varias acciones que sería largo de detallar siendo que, en lo que al fútbol respecta, los grandes genios del racismo blancófobo dispusieron que en todos los partidos de la Eurocopa, antes de iniciar el evento, los jugadores (supongo que solo los blancos) debían arrodillarse para pedir perdón por los supuestos o reales pecados que cometieron sus antecesores. Así pues, como los del equipo de Irlanda eran blancos irlandeses, los muchachos tuvieron que echar rodilla en tierra antes del partido para ¡pedir perdón por las salvajadas cometidas por sus propios enemigos, los ingleses!


Con lo que llevo dicho más arriba, se pueden imaginar cómo me sentí cuando me enteré. Porque, además, eso no fue todo. Mientras los coterráneos del Almirante Brown se arrodillaban, el equipo húngaro permaneció de pié y la hinchada húngara, que obviamente no entendía gran cosa de todo el asunto, silbó y abucheó a los pobres irlandeses que no hacían más que cumplir con directivas impuestas por sus dirigentes.

El escándalo, por supuesto, fue mayúsculo. Prácticamente todas las publicaciones deportivas del mundo entero se hicieron eco del "deplorable espectáculo", la enorme mayoría de ellas lanzando, por supuesto, sapos y culebras contra los húngaros por su "falta de empatía". Parece ser que no sentirse identificado con alguien ya es un delito últimamente. De todos modos, en Budapest la batahola llegó a tal magnitud que en la siguiente conferencia de prensa brindada por Viktor Orban los periodistas lo presionaron con preguntas sobre el caso.

Y ahí vino la frutilla de la torta.

¿Creen ustedes que el Primer Ministro de Hungría pidió perdón y prometió accionar para corregir el "incomprensible error" en el futuro, que es lo que toda la prensa europea esperaba? Pues, si creen eso, será porque no conocen a Orban. Las textuales palabras con las que le contestó a los periodistas fueron las siguientes: "

"No simpatizo en lo más mínimo con este genuflexismo. El deporte se refiere a otra cosa y no hay lugar para eso en la cancha. Estos gestos son cultural-dependientes. Sobre estos gestos, nosotros tenemos una idea completamente distinta a la que existe en el ámbito cultural británico. Lo que esperamos de nuestros equipos – y no solo de los de fútbol – no es que se arrodillen sino que luchen, que triunfen y que, si eso no resulta, que mueran de pie.

No es casualidad que este sistema de gestos se difunda tan rápidamente. Detrás del mismo existe un razonamiento moral porque los países que lo inventaron han sido aquellos que fueron esclavistas.  Esto último constituye una seria carga moral que cada pueblo involucrado debe encontrar por sí mismo la manera de sobrellevar. Por nuestra parte, nunca fuimos esclavistas de modo que no nos cabe ninguna responsabilidad en esta cuestión.

Coincido con la hinchada. Si estás de visita en un país determinado, no provoques a sus habitantes.  En el caso de la genuflexión, las reacciones de los hinchas no fueron elegantes pero son comprensibles.  Existen países que en épocas pasadas mantuvieron a personas en condiciones de esclavitud. Nosotros no hemos esclavizado a nadie. La esclavitud no es nuestro problema. Más todavía: ni siquiera hemos tenido colonias. En nuestra cultura, la esclavitud es un fenómeno desconocido. [4]

(...) En el contexto cultural húngaro hay solo tres casos en los que se acostumbra – y más aun se exige – este gesto de la genuflexión. El húngaro se arrodilla ante Dios, se arrodilla ante su Patria, y el tercer caso es cuando le pide matrimonio a su amada. En todos los demás casos, la genuflexión en Hungría es anticultural. " [5]

Después, el escritor húngaro László Domonkos comentó:

"A medida en que la fiebre de la Eurocopa iba en aumento, antes del último partido amistoso de nuestra selección nacional de fútbol se conoció la resolución final de las autoridades del fútbol húngaro: ante la histeria cada vez más extendida y generalizada, nuestra selección nacional no se arrodillará en ninguno de los partidos de la Eurocopa sin importar quién sea el oponente.

Los húngaros no se arrodillan ante nadie, ni aun si son mendigos. No caen de rodillas ni siquiera si los están matando." [6]

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Reconozco que, si esto hubiese sucedido con cualquier otra selección que no fuese la de Irlanda, quizás lo hubiera dejado de lado sin ningún comentario. Al fin y al cabo fue un partido de fútbol, solo que echado a perder por la estupidez hipócrita de algunos dirigentes. Me dio mucha bronca porque, más allá de la anécdota, el hecho involucró a irlandeses entre quienes hubo muchos que se pusieron del lado de los argentinos cuando lucharon por recuperar las Islas Malvinas. Y en el caso de los irlandeses ese apoyo no fue nada sencillo desde el momento en que también ellos estaban enfrentando a los ingleses con quienes tenían varias cuentas pendientes desde 1968. Y lo sucedido también me involucró a Hungría que, lo quiera yo o no, me guste o no, lo admita o no, es no solo la tierra de todos mis antepasados sino la tierra en la que nací.

— Fue solo un partido de fútbol, Denes. – me dice el diablito en mi oreja izquierda (siempre se pone a la izquierda) – No vale la pena hacerse tanta mala sangre. Además, tus amigos argentinos hasta pueden sentirse algo ofendidos por tantas referencias a Hungría. Cortala. Olvidalo. El próximo partido de Racing es el mes que viene por la Copa Libertadores. A ver si se recuperan del 3 a 0 ante Colon de Santa Fe.

— Decime si no dan ganas de matarlo – le dije a mi angelito bueno en la oreja derecha (siempre está ahí, aunque a veces se pone muy, pero muy, a la derecha).

— En parte tiene razón Denes. No des por el pito más de lo que el pito vale.  No está mal que estés orgulloso de tus raíces. Mal, muy mal, sería que fueras un desagradecido.

— Sí. – le dije – Eso sería mucho peor. Gracias a Dios no es el caso. Mientras viva voy a tratar de ir saldando la deuda bastante grande que tengo con la Argentina por lo mucho que me dio. Pero.... así y todo....

— ¡Así y todo qué!

— ... así y todo ¿te parece que Alberto Fernández se hubiera puesto, como Orban, del lado de la selección nacional y la hinchada argentina si el caso se hubiera dado en un partido entre Argentina e Irlanda?

— ¡Ay Denes! ¡Por Dios! Ya es tarde. Andá a dormir y no me hagas preguntas que no debo responder.

— Está bien – dije, algo mosqueado – tenés razón. Además ya sé la respuesta. Buenas noches.

— ¡Por eso! Buenas noches.

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Le hice caso a mi angelito bueno. Fuí, me acosté y apagué la luz; pero no me pude dormir.  Una y otra vez me giraba en la cabeza una canción que escuché cuando lo de la guerra de Malvinas. No. No se trata de la Marcha de las Malvinas, que también me pone la piel de gallina. 

Es una canción que el grupo folklórico irlandés The Wolfe Tones le cantó al Almirante Brown y a la Argentina durante la guerra de Malvinas. Escúchenla. Incluso está subtitulada. Los muchachos de ese grupo seguro que no se hubieran arrodillado delante de ningún inglés.




NOTAS
[1]) - https://www.cmtv.com.ar/discos_letras/letra.php?bnid=1613&banda=Litto_Nebbia&DS_DS=4262&tmid=54272&tema=LLEGAMOS_DE_LOS_BARCOS

[2] )- https://www.infobae.com/america/mexico/2021/06/10/cual-es-la-frase-original-de-octavio-paz-sobre-mexicanos-y-argentinos-con-la-que-alberto-fernandez-desato-una-polemica/

[3] )- "Las Vidas Negras Importan" - abreviado como BLM por su original en inglés. 

[4] )- https://www.magyarhirlap.hu/belfold/20210610-ha-vendeg-vagy-egy-orszagban-akkor-ne-provokald-a-helyieket

[5] )- https://www.facebook.com/orbanviktor/videos/514938296488325/

[6] )- https://www.magyarhirlap.hu/velemeny/20210610-felterden