martes, 18 de abril de 2023

¿ES POSIBLE UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL?

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Entrevista a Victor Orban sobre la guerra en Europa 

El tema de una posible Tercera Guerra Mundial está instalado. La escalada de acontecimientos en la guerra desatada entre Ucrania y Rusia se vuelve cada vez más compleja y peligrosa. No son pocos los que advierten sobre los riesgos que están gestándose en Europa Oriental.

Lamentablemente, la mayoría de estas advertencias proviene, o bien de la usual y superficial prensa amarilla, o bien de iluminados conspiranoicos que hacen un deporte en ver catástrofes por todos lados basándose en supuestos datos privilegiados que solo ellos conocen y que, por supuesto, son completamente inverificables. De este modo, lo que usualmente podemos tener es una información tremendamente exagerada por un lado, y una sarta de disparates por el otro. Súmese a ello la distorsión deliberada que las propias partes en conflicto se encargan de difundir como propaganda de guerra o acción psicológica, y tenemos el cuadro completo. Un cuadro que no solo no nos dice nada útil sino que podemos apostar a que lo que dice no es cierto, o bien es solo cierto en parte (y no sabemos qué parte), o bien ni siquiera lo contrario de lo que dice es cierto.

En estas situaciones lo mejor que uno puede hacer es plantearle las preguntas a algún neutral involucrado en el caso. Claro que, en la enorme mayoría de los casos, es condenadamente difícil encontrar a alguien neutral que, para colmo, pueda hablar con real conocimiento del tema. Sin embargo, en esta guerra tenemos la enorme suerte de tener a una persona con criterio propio, razonablemente independiente y que conoce la cocina desde adentro: me refiero al Primer Ministro húngaro Victor Orban. 

Por supuesto que Orban no es completamente neutral. De hecho, cuando se trata de una guerra, nadie lo es. Orban, para colmo, está en una situación tridimensional de "espada contra la pared". Por un lado lo presiona toda la Unión Europea para que participe de la guerra. Por el otro lado pelea – no solo contra la UE sino hasta contra la misma izquierda húngara – y trata de hacer hasta lo imposible por mantener a su país fuera del conflicto. Pero, por el tercer lado, tiene a connacionales húngaros muriendo en la guerra, reclutados por los ucranianos en la zona fronteriza de Transcarpatia, un territorio de los varios arrancados a Hungría [1] como consecuencia de los tratados posteriores a las dos Guerras mundiales.  

En esa situación, Orban – quien ya de por sí es un estadista políticamente muy incorrecto – resulta ser una buena fuente de datos porque, a diferencia de los periodistas,  no habla de lo que le dijeron sino de lo que vio. Y su sesgo – que por supuesto lo tiene – es a favor de la familia, a favor de la civilización cristiana y a favor de la paz. Por lo que se opone a la política de género, al ateísmo, sea liberal o marxista, y a la guerra.

De todos los dirigentes europeos actuales, Victor Orban es el que, probablemente, más vale la pena escuchar. No porque sea un ser excepcional sino simplemente porque es un auténtico estadista, un político práctico, cuenta con un muy fuerte respaldo interno y, en última instancia, ya está tan jugado que probablemente ya no le importe decir la verdad.


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[1] )- Cf. Por ejemplo el Tratado de Trianon (junio de 1920), que fue el Versalles húngaro.  Hungría perdió toda Transilvania que fue adjudicada a Rumania, Rutenia pasó a Checoslovaquia, el Burgenland pasó a Austria, y las zonas del Sur pasaron a ser parte de Serbia, Croacia y Eslovenia. En total, un país que antes de la Primera Guerra Mundial tenía 325.000 km2, terminó conservando sólo los actuales 93.000. Transcarpatia, por su parte, fue incorporada a la República Socialista Soviética de Ucrania después de la Segunda Guerra Mundial.