lunes, 11 de octubre de 2021

Otro Día de la Raza

Un conquistador es siempre
un amante de la paz.
Carl von Clausewitz

En un país conquistado, la benevolencia
no es humanitarismo. Es un axioma político que
un conquistador no debe inspirar una buena opinión
de su benevolencia hasta que no ha demostrado
que puede ser severo con los malhechores.
Napoleón Bonaparte

Las dificultades revelan lo que son los hombres.
Cuando te enfrentes a una dificultad, piensa
que Dios, al igual que un entrenador de luchadores, te
ha enfrentado con un hombre joven y rudo. ¿Para qué?
Para que te puedas convertir en un conquistador olímpico.
Pero, no te ilusiones, no lo lograrás sin sudor.
Epicteto. 

Este año – al igual que últimamente en los anteriores – ha estallado la controversia en las proximidades de la fecha sobre el significado y el contenido del 12 de Octubre. A esta altura del partido ya se enfrentan no solo viejos y nuevos partidarios de la Leyenda Negra e igual de viejos y nuevos defensores de la Hispanidad en una discusión tan acalorada como partidista. Ahora la controversia ya ha escalonado para incluir desde argumentos metafísicos, fantasías puras, dilemas morales y hasta cuestiones teológicas. En otras palabras: la discusión se ha enredado tanto que en ocasiones los contendientes se pierden por los vericuetos de una dialéctica tan imposible que, al final, no solo nadie sabe quién está discutiendo con quién sino, incluso, de qué están discutiendo en absoluto.

Desenredar esa discusión no es nada fácil. No lo es porque, ni bien uno la considera con detenimiento, es obvio que no se trata de una discusión de argumentos sino de pasiones; de ciertas certezas aceptadas a medias, más muchas creencias esgrimidas por simpatía intelectual o moral, y todo ello usado como punta de lanza para acallar al oponente. Un oponente al que los tirios consideran satánico (y algunos lo son, hay que reconocerlo) y los troyanos lo ven como fanático ultramontano (y algunos lo son, también hay que decirlo). 

De modo que, creo que habría que hacer un pequeño esfuerzo para desenredar la discusión y al menos aislar las componentes de la diatriba. No para darle la razón, ya sea al bando de los tirios o al de los troyanos, sino para saber como mínimo qué se está discutiendo en absoluto.

Empecemos por el nombre de la fecha.

La efeméride

El decreto de Yrigoyen

Hace ya una pila de años atrás, por la época en que fui a la escuela y al colegio, el 12 de Octubre conmemorábamos el Día de la Raza. Hoy algunos sostienen que la instauración de ese día fue iniciativa del presidente Yrigoyen mediante un decreto N.º 7.112 del 4 de octubre de 1917 que instituía el 12 de Octubre como «Día de la Raza», declarando ese día como «Fiesta Nacional». La afirmación es una verdad a medias. Lo que ese decreto instituyó fue el 12 de Octubre como «Fiesta Nacional». La denominación «Fiesta de la Raza» surgió de otro decreto, el emitido por el rey Alfonso XIII – con el consenso generalizado de la época y de los años posteriores según el cual lo que se conmemora el 12 de Octubre es la gesta hispanoamericana como generadora de un amplio fenómeno etnocultural.

Prueba de ello son los actos y todo el festejo que siguió al decreto de Yrigoyen.

«Según el diario La Nación del 13 de octubre de 1917, asistió “lo más distinguido de la colectividad española y numerosas personalidades de la sociedad porteña”. El teatro estaba repleto, en el escenario hubo autoridades de la Asociación, el Ministro de Relaciones Exteriores, el Vicepresidente de la República, el Presidente de la Cámara de Diputados, el Embajador de España, ministros de Uruguay y de Brasil, además de diplomáticos y funcionarios nacionales. Según estaba previsto, se leyó una poesía de Ernesto Mario Barreda, se pronunciaron diferentes discursos alusivos a lo celebrado,  y el acto se cerró con la entonación del “Himno de la Raza” » [1]

La Bandera de la Raza

El criterio sostenido en 1917 en cuanto a la interpretación de la Conquista española como un fenómeno etnocultural integrador se mantuvo durante mucho tiempo.

Aunque poca gente lo sabe, no solo existió un Día de la Raza sino que incluso hay una Bandera de la Raza creada por Ángel Camblor, Capitán del Ejército de Uruguay a través de un concurso organizado en 1932 – 15 años después del decreto de Yrigoyen – por Juana de Ibarbourou con el fin de establecer una enseña que representara a toda la hispanidad.

Se izó por primera vez el 12 de Octubre de 1932 en Montevideo y en Diciembre del año siguiente fue adoptada en la VII Conferencia Panamericana  como Bandera representativa de los Estados Hispanoamericanos

En la bandera, el color blanco simboliza la paz; el sol la idea del amanecer del Continente Americano. Las tres cruces son por La Niña, la Pinta y la Santa María, las tres naves de Colón, y el color púrpura es por el color del león de la corona de Castilla en referencia al castellano como idioma común.

Más aún: no solo hay una Bandera de la Raza; hay también un Himno a esa bandera con letra de la uruguaya Lola Nobilia Plaza y música del dominicano Augusto Vega: [2]

Bandera de la Raza, simbólica bandera
izada por dos manos aladas de mujer,
revives el milagro de las tres carabelas
y anuncias hoy la aurora de un nuevo amanecer.

Yo inculcaré a mis hijos amor por ti, bandera
que evocas con tus cruces la hazaña de Colón.
Yo inculcaré a mis hijos que el sol que en ti fulgura
es símbolo radiante de paz y abnegación.

Por ellos por mis hijos, yo te saludo insignia
simbólica bandera que admiro con amor,
Salve símbolo augusto de paz y de concordia
Salve, bandera excelsa del Capitán Camblor.

La iniciativa se fue abandonando con el tiempo pero todavía el 24 de Marzo de 1988 los lectores de La Nación pudieron leer una noticia referida a un intento de reactualizar el uso de la Bandera de la Raza. [3]


Recuadro del diario La Nación del 24 de mayo de 1988, se refiere
a una propuesta de volver a poner en circulación la Bandera de
la Raza, creada en 1932
 

El testimonio de Perón

En la Argentina, treinta años después de su instauración como Fiesta Nacional, el 12 de Octubre de 1947 y con motivo de un homenaje a Cervantes, Perón pronuncia un discurso en el que adhiere claramente a la tradición hispánica y pone muy seriamente en tela de juicio la versión del "paraíso perdido" que ha servido de base a la llamada "Leyenda Negra" que le adjudica a los españoles la responsabilidad por la pérdida de ese supuesto paraíso que no ha sido más que la interpretación idílica de unas condiciones ideales que jamás existieron – muy al estilo del inexistente "noble salvaje" de Rousseau y su relación con una naturaleza bucólica descripta como el paisaje de un cuento de hadas.   

El criterio manifestado por Perón en 1947 fue muy claro:

Para nosotros, la raza no es un concepto biológico. (...) Constituye una suma de imponderables que hace que nosotros seamos lo que somos y nos impulsa a ser lo que debemos ser, por nuestro origen y nuestro destino. Ella es lo que nos aparta de caer en el remedo de otras comunidades cuyas esencias son extrañas a la nuestra,  pero a las que con cristiana caridad aspiramos a comprender y respetamos. Para nosotros, la raza constituye nuestro sello personal, indefinible e inconfundible.

Para nosotros los latinos, la raza es un estilo. Un estilo de vida que nos enseña a saber vivir practicando el bien y a saber morir con dignidad.

Nuestro homenaje a la madre España constituye también una adhesión a la cultura occidental.

(...) Su empresa tuvo el sino de una auténtica misión. Ella no vino a las Indias ávida de ganancias y dispuesta a volver la espalda y marcharse una vez exprimido y saboreado el fruto. Llegaba para que fuera cumplida y hermosa realidad el mandato póstumo de la Reina Isabel de “atraer a los pueblos de Indias y convertirlos al servicio de Dios”. Traía para ello la buena nueva de la verdad revelada, expresada en el idioma más hermoso de la tierra. Venía para que esos pueblos se organizaran bajo el imperio del derecho y vivieran pacíficamente. No aspiraban a destruir al indio sino a ganarlo para la fe y dignificarlo como ser humano (….)

Como no podía ocurrir de otra manera, su empresa fue desprestigiada por sus enemigos, y su epopeya objeto de escarnio, pasto de la intriga y blanco de la calumnia, juzgándose con criterio de mercaderes lo que había sido una empresa de héroes. Todas las armas fueron probadas: se recurrió a la mentira, se tergiversó cuanto se había hecho, se tejió en torno suyo una leyenda plagada de infundios y se la propaló a los cuatro vientos.

Y todo, con un propósito avieso. Porque la difusión de la leyenda negra, que ha pulverizado la crítica histórica seria y desapasionada, interesaba doblemente a los aprovechados detractores. Por una parte, les servía para echar un baldón a la cultura heredada por la comunidad de los pueblos hermanos que constituimos Hispanoamérica.

Por la otra procuraba fomentar así, en nosotros, una inferioridad espiritual propicia a sus fines imperialistas, cuyos asalariados y encumbradísimos voceros repetían, por encargo, el ominoso estribillo cuya remunerada difusión corría por cuenta de los llamados órganos de información nacional. Este estribillo ha sido el de nuestra incapacidad para manejar nuestra economía e intereses, y la conveniencia de que nos dirigieran administradores de otra cultura y de otra raza. Doble agravio se nos infería: aparte de ser una mentira, era una indignidad y una ofensa a nuestro decoro de pueblos soberanos y libres. [4] 

La incoherencia del resentimiento

Por supuesto, a muchos de estos datos concretos una gran cantidad de personas los ha olvidado y otra cantidad aun mayor los ignora por completo. Los golpes militares de 1955 en adelante; los trágicos sucesos de la cuasi guerra civil de los años 70 entre "zurdos" y "nacionales" (sea lo que fuere que ambos términos realmente significaron), el advenimiento en 1983 de una democracia demagógica, oportunista e inoperante, todo ello cambió muchas – demasiadas – cosas en la Argentina. Irónicamente, en nombre de una "memoria" sesgada, se enterraron datos y conocimientos que contradecían los dogmas de lo que se declaró como políticamente correcto y culturalmente tolerado en función de agendas ocultas y modas enfermizas.

Así, no es de extrañar que el 28 de Agosto de 2006 se presentara en la Cámara de Diputados argentina un proyecto de ley que no solo proponía cambiarle el nombre a la efeméride sino que instaba a darle un significado completamente contrario al que tenía. Ese día, siete diputados del bloque del ARI [5] de Lilita Carrió presentaron por expediente 4851-D-2006 una iniciativa justamente con ese fin. [6]

El texto del proyecto, después de reproducir el decreto de Yrigoyen intercala una cita indirecta a modo crítico de Dora Bordegaray según la cual en la época de la Conquista: " (...) América era vista como vacía, sin pueblos de los que valiera la pena hacer mención." Lo cual es simplemente falso de toda falsedad, habida cuenta de todo el enorme complejo disposiciones contenidas en las Leyes de Indias que cualquiera puede consultar ya que los textos están libremente disponibles en Internet. [7]

Pero el bulo de proporciones tan homéricas que hasta resultan ridículas viene justo a continuación. Según el proyecto de ley y haciendo referencia al decreto de Yrigoyen se dice:

"Desde aquel 4 de octubre de 1917 han pasado casi noventa años. Hoy reconocemos y expresamos lo que en aquel momento pretendió ocultarse, que el 12 de Octubre de 1492 fue el comienzo del genocidio más grande cometido contra la humanidad, con más de 90 millones de muertos en todo el continente." (El resaltado es mío).

En pocas palabras y resumiendo: el proyecto pretende hacernos creer que los cuatro gruesos tomos que contienen el sumario de la recopilación de las Leyes de Indias, con sus ordenanzas, provisiones, cédulas, instrucciones y cartas acordadas, contienen disposiciones que simplemente nunca se aplicaron y que eso resultó en el genocidio de 90 millones de muertos en un continente en donde ni aun mandando el sentido común de paseo y echando mano a las distorsiones estadísticas más alevosas pudo haber existido esa cantidad de gente.   

Según el hispanista Ángel Rosenblat la cifra habitantes de la América precolombina no sería superior a los 13,4 millones con un margen de error no mayor del 20%. La composición demográfica que calcula Rosenblat con consideraciones extremadamente minuciosas es la siguiente: [8]

I. Norteamérica, al Norte del Río Grande

1.000.000

II. Méjico, América Central y Antillas

5.600.000

 

Méjico

4.500.000

 

 

Haití y Santo Domingo (La Española)

100.000

 

 

Cuba

80.000

 

 

Puerto Rico

50.000

 

 

Jamaica

40.000

 

 

Antillas Menores y Bahamas

30.000

 

 

América Central

800.000

 

III. América del Sur

6.785.000

 

Colombia

850.000

 

 

Venezuela

350.000

 

 

Guayanas

100.000

 

 

Ecuador

500.000

 

 

Perú

2.000.000

 

 

Bolivia

800.000

 

 

Paraguay

280.000

 

 

Argentina

300.000

 

 

Uruguay

5000

 

 

Brasil

1.000.000

 

 

Chile

600.000

 

Población total de América en 1492

13.385.000

Es cierto que algunos autores han estimado las víctimas de la Conquista en cantidades muy importantes del orden de varios millones pero en la mayoría de los casos se trata de meras estimaciones sin fundamento científico o documental alguno, – como el número de 20 millones de Fray Bartolomé de las Casas  [9] –  o bien de manipulaciones estadísticas por demás discutibles en donde se entremezclan cifras de muertes por enfermedades con víctimas de combates o abusos. [10]  Rosenblat, en este sentido, aun siendo muy meticuloso con sus datos, no por nada indica un margen de error del 20%. Un margen estadístico relativamente grande pero que, en el peor de los escenarios, llevaría su cifra de 13.385.000 a una cantidad de entre 10.708.000 y  16.062.000 habitantes como población total.

Sea como fuere, aun aceptando cifras de población mayores, una cosa es segura: 90 millones de víctimas es un número inventado del todo imposible. La América precolombina simplemente nunca tuvo esa cantidad de gente.

Lo cual, por supuesto, no impidió que el Decreto 1584 del 2/11/2010 estableciera que el 12 de Octubre pasaría a ser denominado como "Día del Respeto a la Diversidad Cultural" con la firma de Cristina Fernandez de Kirchner y todo su gabinete [11]  mencionándose en uno de los considerandos:

Que, asimismo, se modifica la denominación del feriado del día 12 de octubre, dotando a dicha fecha, de un significado acorde al valor que asigna nuestra Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos.

Finalmente, el texto del decreto fue aprobado por la Cámara de Diputados el 21/11/2012. Desde entonces se supone que en la Argentina no tenemos un Día de la Raza; porque no debemos tener un Día de la Raza.

Las Interpretaciones

En términos generales, la gesta de la Conquista de América por España ha sido interpretada de tres maneras distintas.

Una de ellas ha sido la interpretación tradicional, centrada en la obra evangelizadora de la Iglesia Católica, que subraya el valor de la cristianización en cuyo marco América recibió no solo nuevos valores religiosos sino también los valores culturales que el Occidente cristiano había logrado desarrollar durante sus primeros 16 siglos de existencia.

La otra interpretación es la que surgió de las ideas liberales – laicas, ateas, iluministas y en muchos casos directamente masónicas – que, en connivencia con los intereses ingleses, elaboró un relato no solo contrario a la Iglesia sino, además, contrario a todo lo español dado que el interés principal de Inglaterra consistió en aplicar el divide et imperat a todo es imperio español para lograr su desmembramiento. De esta fuente proviene el mito de la "civilización contra la barbarie", –  incluyendo en el término "barbarie" el supuesto "oscurantismo" de la religión católica –  y,  no en última instancia, provienen también muchas de las exageraciones, las distorsiones y las fábulas contenidas en lo que después se llamó la "Leyenda Negra".

Finalmente, la tercera interpretación toma sin mayores críticas la versión liberal pero reinterpretándola según el esquema del dogma de fe marxista del materialismo dialéctico y la lucha de clases. Esta versión subraya, además, el supuesto saqueo sistemático al que España habría sometido a América por medio de toda clase de atroces abusos y opresiones.

El problema con las tres interpretaciones es que son sesgadas, parciales e incompletas. Y el problema con la segunda y la tercera es que responden más a intereses extra-históricos orientados a justificar ideologías preconcebidas e intereses creados que a un auténtico deseo de explicar los acontecimientos.

 

Cristóbal Colón

Por de pronto, con Cristóbal Colón ya tenemos un problema. El problema con él es que no "descubrió" América. Se la llevó por delante y murió sin saber que había descubierto un continente.

A América la descubrieron efectivamente todos los que vinieron después. Colón no la descubrió, del mismo modo en que tampoco la descubrieron Leif Erikson y sus vikingos. De este modo la discusión de si los vikingos "descubrieron" América, o si la "descubrió" Colón es una discusión sin sentido. Los primeros simplemente llegaron a una tierra y Colón sospechó que quizás había llegado a la India. Ninguno de los dos supo que se trataba de un enorme continente.

El hecho concreto es que Erikson llegó 500 años antes y eso contribuye a explicar el misterio de varios mapas que andaban dando vueltas por Europa antes de 1492, uno de los cuales Colón "consiguió" – por decirlo suavemente – de la cartoteca portuguesa. 

Manuscrito en latín del monje italiano Galvano Fiamma del siglo XIV
y un mapa dibujado en fecha posterior que coincide con sus datos de una
tierra existente al oeste de Groenlandia e Islandia llamada "Markland" 

Y, aparte de ello, estrictamente hablando, es también muy probable que ni siquiera los vikingos fueron "los primeros" en llegar. Pero ésa es otra historia.

Prof. Jaime María de Mahieu  sobre Colón

La Iglesia Católica

En cuanto a la obra de la Iglesia en América basta con mirar el mapa de las Universidades fundadas por España en América para darse una idea de lo que fue el trabajo de la Iglesia Católica al respecto.


Pero aparte de las múltiples iniciativas evangelizadoras y culturales de la Iglesia, para entender su estrategia general respecto de América y su particular interés en proteger a los habitantes originales hay un hecho que pocas veces figura en los relatos de la Conquista.

Es que, a principios del Siglo XVI la Iglesia es sacudida por uno de los peores conflictos que ha sufrido a lo largo de toda su Historia. El 3 de enero de 1521 se publica en Roma la bula por la cual el papa León X excomulga a Lutero. El 25 de mayo del mismo año, el Edicto de Worms  prohíbe las obras de Martín Lutero declarándolo prófugo y hereje. A consecuencia de la Reforma – y en especial de la manipulación política de la crisis religiosa – la Iglesia pierde de pronto una muy importante cantidad de fieles en Europa.

Es bastante comprensible que las autoridades de Roma, ante la gran pérdida de fieles en Europa, decidieran tratar de compensar dicha pérdida con la conversión de la población americana. La postura inicial de Fray Bartolomé de las Casas y su recomendación de proteger a los indios y suplantar su empleo como mano de obra mediante la importación de esclavos africanos es bastante indicativa al respecto. Su exageración de la cifra de muertos puede interpretarse quizás como una "mentira piadosa" para dar mayor peso a su propuesta ya que no deja de ser cierto que la institución de las encomiendas daba lugar a abusos e irregularidades que no habrán sido causa de una masacre de las dimensiones de un genocidio pero que de todas formas ninguna persona con siquiera un mínimo sentido de justicia y humanidad tenía por qué tolerar. Si bien Las Casas moderó más tarde su criterio respecto de los africanos, las costumbres de la época también son un factor a considerar. Según nos lo recuerda Alfonso Esponera Cerdán:

Para Las Casas, como para sus contemporáneos, todo hombre –negro o blanco – capturado en «justa guerra» se convertía en esclavo del vencedor. Y desde esta perspectiva, lo que él propone es la sustitución de un hombre libre (el indio) por un hombre esclavo (el negro) para las labores propias de la esclavitud. Lo que pretendía era impedir un acto injusto y sustituirlo por otro justo: la utilización contra toda justicia como esclavo del que no lo era (el indio) y que su puesto lo ocupase el que lo era (el negro) según la ordenación jurídica de la época. [12]

Los que acusan a la Iglesia Católica de quién sabe cuántas barbaridades cometidas contra los indios se olvidan de al menos dos cosas:

1)- La Iglesia no tenía ningún interés en diezmar a los indios americanos. Al contrario, evangelizándolos y convirtiéndolos al credo cristiano católico apostólico romano podía compensar – y con creces – la pérdida de fieles que le produjo Lutero y el uso político de la Reforma.

2)- Que esa labor evangelizadora se vio coronada por el éxito y que un genocidio de superabundantes millones de indios jamás tuvo lugar lo demuestra la actual población hispanoamericana. Ante una Europa cada vez más atea y culturalmente caótica, la reserva católica de América todavía subsiste en – ahora sí – varios millones de americanos que hablan castellano y son católicos con lo cual la leyenda del genocidio queda refutada aunque más no sea por aquello de: "los muertos que vos matáis gozan de buena salud".  

Los liberales enciclopedistas

Como ya hemos señalado, el liberalismo filosófico con su racionalismo a ultranza, su cientificismo materialista, su ateísmo y su individualismo extremo también reinterpretó toda la epopeya de la Conquista con un criterio claramente adverso sobre todo al papel de la Iglesia Católica. Esta corriente de pensamiento es la responsable directa de la gran mayoría de fábulas y mitos que constituyen una Leyenda Negra que consiste en proporciones variables de simples ficciones y enormes exageraciones de algunos hechos reales.

Afortunadamente, esa leyenda ha sido desmontada y refutada por varios autores de modo que bastaría orientar al lector a la literatura respectiva para aclarar definitivamente el tema. Por ejemplo, el reciente libro de Marcelo Gullo Omodeo [13] es fácil de obtener hasta en formato electrónico [14] y es muy adecuado para tener una idea acabada de todo el proceso. Por suerte la Internet ayuda mucho. Basta con explorarla un poco para encontrar interesantes exposiciones como, por ejemplo, la de Alberto G. Ibañez [15] o hasta del mismo Marcelo Gullo [16].


La Leyenda Negra es el producto directo de las campañas de difamación de los enemigos de España y de la Iglesia Católica. En un principio fue, principalmente, el producto de la hispanofobia inglesa y los intereses imperiales de Gran Bretaña.  Más tarde, ya en la época del Siglo XIX, la ideología antimonárquica y anticatólica del liberalismo y la masonería serán funcionales a estos mismos intereses con el fin de balcanizar el Imperio Español de América.

La interpretación marxista

La versión marxista de la Conquista española es, en esencia, la misma Leyenda Negra con muy pocos agregados pero desde un punto de vista dialéctico y materialista. Básicamente se trata de presentar el caso de unos pobres y pacíficos indígenas cruelmente explotados y masacrados por unos codiciosos y brutales españoles que solo estaban interesados en llevarse el oro, la plata y otros bienes de América para enriquecerse. En pocas palabras, la interpretación marxista no es más que una versión de la Leyenda en los términos binarios de una guerra de ricos contra pobres donde, por supuesto, los pobres son todos buenos y los ricos no pueden ser otra cosa que malos de toda maldad. Todo eso a veces presentado en un lírico envoltorio romántico, humanista y naturalista, para facilitar su consumo y su propagación.

Véase si no, un cuadro frecuentemente mostrado para ilustrar la crueldad española. Se lo muestra por lo general sin más explicación que la de "indios despedazados por perros". 


Balboa le echa los perros a unos indios sodomitas

La explicación en todo caso es engañosa. De hecho, se trata de un grabado de Theodor De Bry, de profesión un orfebre, grabador y ocultista . Según la la crónica cuando Balboa entra en la casa del cacique Cuarecua encuentra la casa llena de homosexuales en plena orgía y, asqueado del espectáculo, ordena que los echen a los perros. Más allá de lo que alguien piense hoy de la homosexualidad, lo cierto es que juzgar el criterio moral de los aguerridos hombres del Siglo XVI con las muy laxas modas morales (por decirlo suavemente) de cinco siglos después, realmente no corresponde. Aparte del hecho que De Bry, el autor del grabado, jamás puso un pie en América y jamás vio a un indio de cerca, por lo que sus ilustraciones solo representan lo que interpretó de lo que le contaron.  

Pero cuando se trata de propaganda ideológica todo es útil, incluso el disparate.  Como ejemplo de ello puedo citar un caso que me ha tocado debatir recientemente. Es el de la obra "Taki Ongoy" de Víctor Heredia cuyo primer texto comienza así:

Hubo un tiempo en el que todo era bueno. Un tiempo feliz en el que nuestros dioses velaban por nosotros. No había enfermedad entonces, no había pecado entonces, no había dolores de huesos, no había fiebres, no había viruela, no había ardor de pecho, no había enflaquecimiento. Sanos vivíamos. Nuestros cuerpos estaban entonces rectamente erguidos. Pero ese tiempo acabó, desde que ellos llegaron con su odio pestilente y su nuevo dios y sus horrorosos perros cazadores, sus sanguinarios perros de guerra de ojos extrañamente amarillos, sus perros asesinos.

    Bajaron de sus barcos de hierro: sus cuerpos envueltos por todas partes y sus caras blancas y el cabello amarillo y la ambición y el engaño y la traición y nuestro dolor de siglos reflejado en sus ojos inquietos nada quedó en pie, todo lo arrasaron, lo quemaron, lo aplastaron, lo torturaron, lo mataron. Cincuenta y seis millones de hermanos indios esperan desde su oscura muerte, desde su espantoso genocidio, que la pequeña luz que aún arde como ejemplo de lo que fueron algunas de las grandes culturas del mundo, se propague y arda en una llama enorme y alumbre por fin nuestra verdadera identidad, y de ser así que se sepa la verdad, la terrible verdad de cómo mataron y esclavizaron a un continente entero para saquear la plata y el oro y la tierra. De cómo nos quitaron hasta las lenguas, el idioma y cambiaron nuestros dioses atemorizándonos con horribles castigos, como si pudiera haber castigo mayor que el de haberlos confundido con nuestros propios dioses y dejado que entraran en nuestra casa y templos y valles y montañas. [17]

    Pero no nos han vencido, hoy, al igual que ayer todavía peleamos por nuestra libertad. [18]

El primer párrafo describe claramente lo que mencionábamos al principio: el lírico y bucólico hermoso mundo casi perfecto en el que vivían los indios, sin enfermedades, sin pecados, sin dolores, hasta que llegaron los malditos carapálidas y lo arruinaron todo. Bien. ¡Hermoso!

Dejemos ahora de lado lo que señalan todos los que realmente han estudiado la vida y las creencias de las poblaciones precolombinas, entre ellos, p. ej. la profesora Prof. María Carolina Figueroa que justamente a propósito de la obra de Heredia puntualiza: "El incesto, la sodomía, la prostitución, la desnudez total, la esclavitud, la antropofagia, los sacrificios humanos, el sometimiento de los más fuertes sobre los más débiles, eran prácticas frecuentes en numerosas tribus de América. " [19]  De hecho, apuntemos solo al margen que los indígenas más evolucionados como los mayas, los aztecas y los incas se hallaban en 1492 en un nivel de desarrollo anterior a la Edad de Hierro, aproximadamente al mismo nivel que los egipcios habían estado alrededor del 4.500 años antes de la Conquista, mientras que las tribus menos evolucionadas se hallaban directamente en la Edad de Piedra. Pero olvidémonos de todo esto.

La cuestión es que los malditos españoles "bajaron de sus barcos de hierro"... ¿Barcos de Hierro? Los barcos metálicos empezaron a aparecer recién en el Siglo XIX. Que yo sepa, el primer barco con casco de hierro se construyó en 1812, o sea 240 años después de los hechos del Taqui Ongoy. Y para mayores datos... fue un buque inglés.

Tenemos después que de esos barcos de hierro imposibles bajaron los malos con "sus caras blancas y el cabello amarillo"... Concedido, eran carapálidas, ya lo dijimos, pero ¿todos rubios? Está bien que no había fotografía en aquella época pero busquen por Google cualquier cuadro de Hernán Cortés, Francisco Pizarro, o Pedro de Alvarado. No digo que entre la tropa no haya habido algún gigante rubio de ojos azules pero el hecho concreto es que, después del mestizaje, los descendientes de esas uniones salieron todos bien morochitos y siguen siéndolo hasta el día de hoy. A menos que las Leyes de Mendel no se apliquen a los indios americanos, lo del el cabello amarillo es un recurso poético sin ancla alguna en la realidad.

Hernán Cortés
(cara blanca pero ¿cabello amarillo?)

Por supuesto, hay más y no podía faltar la referencia al genocidio. "Cincuenta y seis millones de hermanos indios esperan desde su oscura muerte (... que) se sepa la verdad, la terrible verdad de cómo mataron y esclavizaron a un continente entero para saquear la plata y el oro y la tierra." Pues ahí está. No serán los 90 millones de Marta Maffei y los suyos; pero los 56 millones de Heredia son más del doble de los 20 millones de Las Casas. ¿Alguien puede tomar en serio este malabarismo aritmético lanzado así, elegantemente, sin prueba alguna? Si se trata de estimaciones, perfecto; hay hechos cuyas magnitudes solo se pueden estimar. Pero al menos que se nos diga con qué criterio y sobre la base de cuáles datos se hicieron esas estimaciones. Por un lado 90 millones, 56 millones por el otro, 20 millones más allá. Que se me disculpe, pero esto no es serio.

Y terminemos. El genocidio supuestamente fue para "saquear la plata y el oro y la tierra". Suena muy convincente. De hecho el oro, la plata, las piedras preciosas y cosas similares han sido motivo de muchos crímenes, algunos incluso muy sangrientos. La codicia se escapó del listado de los siete pecados capitales pero bien merecería figurar entre ellos. Ahora, eso de que se mató y se esclavizó a "un continente entero" solo para obtener oro y plata es absolutamente falso.

Conclusión

No todo en la Historia es tan simple como para poder reducirlo a una dialéctica binaria estricta de buenos y malos, ricos y pobres, opresores y oprimidos, santos y pecadores, réprobos y elegidos, héroes y villanos y un largo, muy largo, etcétera. Pero eso es algo que los marxistas y muchos liberales no entenderán jamás. Para ellos la realidad es una ofensa a la lógica. Los liberales no entienden como una persona puede, dado el caso, tomar decisiones completamente irracionales. Los marxistas por su lado creen que todos los males de la humanidad provienen de una opresión que los de "arriba" ejercen sobre los de "abajo", sea como fuere que, según la época histórica, se les ocurra definir ese "arriba" y ese "abajo". Y ambos se resisten a aceptar la verdad en cuanto a que no existen los seres humanos angelicales. Ni entre los de "arriba" ni entre los de "abajo"; ni entre los "nobles salvajes" ni entre los que "corrompió la civilización". Los indios buenos contra los colonizadores malos es una abstracción ideológica: un cuento quimérico creado con andrajos de verdad y enormes ropajes de fantasía, distopía y mentira.

Para los liberales, el motor de la humanidad es la razón; para los marxistas es el conflicto.

Lamentablemente ambos están equivocados.

El motor de la humanidad es la compleja, multifacética, a veces caprichosa y a veces casi inentendible condición humana que, con su inmanente libre albedrío, puede elegir entre el Mal y el Bien, a veces por motivos indescifrables y a veces hasta sin medir las consecuencias.

En una palabra: el ser humano es irreductible a esquemas ideológicos.

Por eso es que han fracasado y siguen fracasando las políticas basadas en esquemas ideológicos simplistas que fallan en considerar la amplitud y la imponderabilidad de la condición humana.

Somos mucho más complicados de lo que los ideólogos se imaginan.



NOTAS

[1] ) Sergio Díaz, "El día de la raza cien años después";  http://revistabordes.unpaz.edu.ar/el-dia-de-la-raza-cien-anos-despues/

[2] https://www.xplorhonduras.com/himno-a-la-bandera-de-la-raza/

[3] )- https://heraldicaargentina.blogspot.com/2010/10/bandera-de-la-raza.html

[4] ) Perón, Juan Domingo  "Discurso ante la Academia Argentina de Letras", 12 de Octubre de 1947. Texto completo en   https://lanuevaeditorialvirtual.blogspot.com/2021/10/juan-domingo-peron-y-el-dia-de-la-raza.html

[5] )- ARI: sigla de la coalición cívica "Afirmación para una República Igualitaria".

[6] )- https://www.hcdn.gob.ar/proyectos/proyecto.jsp?exp=4851-D-2006  
El proyecto se presentó con las firmas de
Marta Maffei; Delia Bisutti; María Gonzalez; Leonardo Gorbacz; Eduardo Macaluse; Elsa Quiroz y Carlos Raimundi.

[7] )- Cf. http://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/808/1/leyes_de_indias.pdf
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/sumarios-de-la-recopilacion-general-de-las-leyes-ordenancas-provisiones-cedulas-instrucciones-y-ca-0/html/

[8] )- «La población de América en 1492: viejos y nuevos cálculos» (1967) https://pueblosoriginarios.com/textos/rosenblat/obra.html

[9] )- César Cervera: " El fraile español que prendió la leyenda negra por usar datos falsos sobre los conquistadores de América" .   
https://www.abc.es/historia/abci-bartolome-casas-fraile-espanol-cifras-falsas-para-denunciar-abusos-conquistadores-201607060439_noticia.html
"El mito del «Genocidio español»: las enfermedades acabaron con el 95% de la población"
https://www.abc.es/espana/20150428/abci-mito-genocidio-america-201504271956.html

[10] )- Robert McCaa "¿Fue el siglo XVI una catástrofe demográfica para México?" Una respuesta basada en la demografía histórica no cuantitativa. https://www.redalyc.org/pdf/112/11202108.pdf

[11])-  Aníbal D. Fernández; Aníbal F. Randazzo; Nilda C. Garré; Amado Boudou; Débora A. Giorgi; Julián A. Domínguez; Julio M. De Vido; Julio C. Alak; Carlos A. Tomada; Alicia M. Kirchner; Juan L. Manzur; Alberto E. Sileoni; José L. S. Barañao; Héctor M. Timerman; Carlos E. Meyer.

Cf. http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/170000-174999/174389/norma.htm

[12] )- http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/b-de-las-casas-y-la-esclavizacin-de-los-negros-segn-las-aportaciones-de-i-prez-fernndez-o-p-0/html/04651a3d-6767-4cd6-80e5-489c70cf4fec_5.html

[13] )- Gullo Omodeo, Marcelo: "Madre Patria", Editorial Planeta, 2021, ISBN: 978-84-670-6249-6

[14] )- https://www.planetadelibros.com/libro-madre-patria/329883

[15] )- Dos videos sobre su libro "Historia del Odio a España:
https://youtu.be/HJmnp-w_Ams    y    https://youtu.be/EAxE_NIjjq4   

[16] )- https://youtu.be/GAb3mbEhdE0

[17] )- Cf. "Taki Ongoy" de Víctor Heredia. - La obra está disponible en: http://c1130004.ferozo.com/fmmeducacion/Escritos/Letras/takiongoy.htm

[18] )- Victor Heredia,  Op. Cit. "Texto 1".

[19] )- Figueroa, María Carolina: "La Leyenda Negra: un arma nacional y popular contra la hispanidad"  disponible en:   https://www.quenotelacuenten.org/2016/11/13/la-leyenda-negra-un-arma-nacional-y-popular-contra-la-hispanidad/  


1 comentario:

  1. Muchas gracias por este gran artículo.

    El término "humanidad" , que aparece en uno de los últimos párrafos, me parece metafisico; irreconstruible a partir de las ideas en que éste se puede descomponer mediante su análisis.

    Esta crítica mia está inspirada por las confusas nociones de materialismo filosófico que voy adquiriendo con más entusiasmo que aprovechamiento, siguiendo la línea que le referí a Vd. en un comentario de hace varios años.

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