Nunca se debería prohibir aquello
que no se tiene el poder de prevenir.
que no se tiene el poder de prevenir.
Napoleón Bonaparte
Los que tienen a su cargo el gobierno
cuiden de no aprobar indirectamente
lo que directamente prohíben.
Thomas Hobbes
La dictadura es el sistema de gobierno
en el que lo que no está prohibido es obligatorio.
Enrique Jardiel Poncela
Hay tres formas de lograr que algo se haga:
hágalo usted mismo, contrate a alguien,
o prohíbaselo a sus hijos adolescentes.
M. Crane
M. Crane
Eso de "prohibido prohibir" es un eslogan que viene de Mayo de 1968 y soy consciente de que tuvo efectos nefastos. A partir de allí se fue enterrando progresivamente todo concepto de autoridad y se terminó legitimando la idea de que toda autoridad es sospechosa. De allí viene también la tendencia al permisivismo, al garantismo, al abolicionismo y a todas esas modas jurídicas tendientes a restarle vigencia y autoridad al Estado y al imperio de la ley.
Sin embargo, convengamos en que – por más obvio que sea el proceso de decadencia – algo de motivación auténtica había en esa idea original. Es que gran parte de lo que en 1968 imperaba y hoy sigue imperando como "autoridad" es, por cierto, una institución más que sospechosa. A veces esa "autoridad" no es más que el ejercicio del poder por parte de los dueños del poder del dinero. Incluso en muchos casos no es sino el poder de los incompetentes y los corruptos que medran a la sombra del poder plutocrático.
Con todo, eso no quiere decir que el concepto mismo de autoridad – tal como los romanos entendieron en su momento el de autorictas – sea algo prescindible y descartable para cualquier sociedad que desee vivir en un mínimo de orden bien estructurado. No por nada la Real Academia Española define a la "autoridad" como: "Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia". Sin una autoridad de esa índole toda sociedad humana está condenada al caos y al colapso. En 10.000 años de historia conocida, ningún experimento utópico anarquista ha conseguido perdurar. Es que, sin una autoridad constituida y operante, una sociedad simplemente no funciona. No es cuestión de una ideología política; es cuestión de la condición humana misma.
Así y todo, aun reconociendo que la falta completa de normas (o el desconocimiento sistemático de las existentes) conduce a una anarquía inviable, una de las cosas que siempre me llamó la atención es la intensa actividad que algunos Estados, como por ejemplo el argentino, despliegan para prohibir cosas. ¿Se pusieron Ustedes a pensar en cuántas cosas terminaron siendo prohibidas en algún momento u otro de la Historia Argentina de los últimos 50 años? Prohibido comprar dólares, prohibido tener más de cierta cantidad de medios de difusión, prohibido aumentar precios (salvo óbolo mediante e informal acuerdo previo con sujetos como el inefable Guillermo Moreno, claro), prohibido exportar, prohibido importar, prohibido girar dinero al exterior, prohibido despedir personal…. Si a todas esas prohibiciones más o menos explícitas le sumamos las implícitas o indirectas que no figuran en ninguna ley pero que funcionan de facto y, además, le agregamos las que todavía no imperan pero que los partidarios del control absoluto se mueren de ganas por instituir, al final llegamos a preguntarnos si no sería más fácil hacer una lista de las cosas que siempre estuvieron permitidas. Porque me temo que sería bastante más corta.
¿Tiene sentido prohibir? Bueno; algunas cosas obviamente no pueden ser permitidas aunque en eso también se dan situaciones curiosas. Por ejemplo, el asesinar a un semejante es algo que claramente no se puede admitir. Sin embargo, asómbrense ustedes, el homicidio en realidad no está prohibido en nuestro país. Está penado, pero no prohibido. El Artículo 80 Código Penal argentino solo castiga con "reclusión (…) o prisión (…) al que matare …". Se castiga al que lo hace pero no se afirma que está prohibido hacerlo. La diferencia podrá ser algo sutil pero el Quinto Mandamiento, con su lacónico "no matarás", siempre me ha parecido muchísimo más explícito y categórico en este sentido. Aunque, claro, la cosa tiene su explicación: al Quinto Mandamiento no lo redactó un abogado…
Pero dejando las sutilezas de lado, ¿por qué tantas leyes prohíben tantas cosas? La tendencia prohibicionista que presentan muchas legislaciones y algunas ideologías tiene una causa bastante simple: prohibir es el recurso más fácil. Así como a unos cuantos ideólogos, cuando algo no les gusta, lo único que se les ocurre es destruirlo, a muchos políticos, cuando algo no les gusta, lo único que se les ocurre es prohibirlo.
Con eso ya se sienten satisfechos y afirman que solucionaron el problema ocultando, por supuesto, que eso no es para nada así. Porque, por de pronto, hacer efectiva esa prohibición ya implica bastante más trabajo que redactar una ley. El señor legislador redacta un texto que prohíbe algo, con una sintaxis generalmente inteligible solo para abogados, y después miles de funcionarios públicos se tienen que encargar de hacer cumplir esa prohibición. Pero eso ya no es problema del político metido a legislador, por supuesto. Y ni hablemos de que muchas prohibiciones, en lugar de solucionar el problema, lo único que consiguen es crear diez o veinte problemas adicionales que antes no existían. [1] Sobre todo en un país como el nuestro en donde tenemos 40 millones de especialistas en encontrarle la vuelta a cualquier ley.
Con todo, es muy cierto que hay varias cosas que no tienen demasiada razón de ser, aunque, si de mí dependiera, yo no las prohibiría. Por ejemplo, toda la industria farmacológica y toda la medicina privada es, por lo menos en mi humilde y modesta opinión, un negocio poco menos que infame que lucra con el dolor, la angustia y la enfermedad de la gente. El que tiene dinero y puede pagar recibe medicamentos y un buen tratamiento. El que no lo tiene, que Dios lo ayude porque irá a parar a un hospital público en dónde los profesionales – que, por regla general tienen un excelente nivel académico – lo atenderán cuando puedan y con lo que puedan, porque la cantidad de gente a atender los sobrepasa por completo, el tomógrafo es un modelo vetusto que anda a las trompadas, los ascensores no funcionan desde hace años, hay que ver si el quirófano está en condiciones de admitir una operación decente, la guardia de la noche anterior fue agredida a cuchillazos por una patota y el personal se halla en huelga exigiendo mayor seguridad.
¿Cuál sería la solución en este caso? ¿Prohibir la medicina privada como algunos proponen? Háganlo y el hospital público, ya de por sí desbordado y mal equipado, directamente estallará con enfermos que resultará imposible atender. No. Yo no prohibiría nada. Todo lo contrario. Me dedicaría a construir un verdadero Sistema de Salud, público y gratuito, diseñado para los 40 millones de habitantes de todo el país, con el más alto nivel de excelencia que se pueda obtener. Negociaría durísimamente y a cara de perro con los laboratorios el precio de los medicamentos que el Estado podría en ese caso comprar al por mayor en cantidades que ningún instituto privado puede licitar y hasta me animaría a pelearme, dado el caso, con algunos de ellos para fabricar localmente varios genéricos en un laboratorio estatal. Y haría lo mismo con los demás insumos y con el equipamiento. Con una buena red de hospitales públicos en esas condiciones, la medicina privada en buena medida desaparecería sola. Quedaría reservada a quienes pueden pagar una, quizás, mejor hotelería hospitalaria pero no una mejor atención médica. Si, existiendo una red sanitaria de esas características, alguien quiere – y puede – pagar por tener una habitación con frigobar, playstation, WiFi y mucama disponible durante las 24 horas, pues allá él, que vaya y que la page. Pero el 99% de la población estaría perfectamente bien atendida y el negocio de la "industria" de la salud se habría reducido a un mínimo, sin necesidad de prohibición alguna.
Con la educación pasa lo mismo. ¿Prohibir las escuelas privadas como sueñan con lograr algunos "trabajadores de la educación"? ¿Para qué? Yo construiría un sistema educativo público y gratuito; integral, bien diversificado en sus especialidades, muy exigente, de alto nivel, con disciplina estricta, correctamente equipado, libre de ideologismos, sin docentes "ñoquis" y libre de modas pedagógicas que han demostrado ser un fracaso total. Le pondría a ese sistema el más que ambicioso objetivo de lograr los mejores profesionales del país, tanto desde el punto de vista académico como del moral. Y después de eso dejaría en paz a los que quieren seguir en el negocio de las escuelas privadas. Por lo menos el 70% de esos institutos desaparecería de todos modos sencillamente porque se habrían vuelto prescindibles. Solo un esnob pagaría por un servicio cuando puede obtener algo mejor por los impuestos que de cualquier manera paga, ya sea en forma directa o indirecta.
¿Acorralar los medios masivos de difusión y trabarlos con una serie de prohibiciones como pretendió hacer el gobierno en alguna oportunidad? Otra vez: ¿para qué? ¿Sólo para levantar una fenomenal polvareda con una pelea que a la larga igual ganaron y siempre van a ganar esos medios porque tienen mil vericuetos para escabullirse por las normas de una ley imposible de aplicar y mucho menos controlar sin que se produzca una catarata de juicios interminables? Es cierto que los medios masivos de difusión ejercen un enorme poder sobre la opinión de las personas y también es cierto que, en la enorme mayoría de los casos, utilizan ese poder en beneficio de intereses sectoriales y no precisamente en beneficio del Bien Común. Pero, por un lado el modelo tradicional de la acción psicológica mediática está cambiando rápidamente con la vigencia cada vez mayor de Internet y, por el otro lado, la idea de frenar una influencia que en última instancia es tan inmaterial como la opinión de la gente tratando de desbaratar con prohibiciones la estructura material que le sirve de vehículo es una idea tan infantil que uno no puede llegar a creer que se le haya ocurrido seriamente a personas adultas.
Hay una sola forma de luchar contra las campañas de acción psicológica, los operativos de prensa y la desinformación deliberada: generando medios también masivos que capten el interés de las personas y las lleven a desechar y a rechazar aquellos medios que no hacen sino distorsionar la realidad y los hechos en beneficio de algunos interesados. En otras palabras; yo no recomendaría luchar contra Clarín tratando de prohibirle o trabarle la actividad. Lucharía contra esa usina de multimedios construyendo otra mejor, robándole los lectores, los televidentes y los clientes con una programación y con contenidos mucho más atractivos y veraces. Si contara con los recursos del Estado le opondría a los medios masivos tradicionales, una serie de diarios, radios, canales de televisión, y páginas web con la misión de alzarse con la mayor parte del "rating" en una agresiva competencia, abierta y directa, en función de una mayor calidad y una mejor información. Lo que hay que hacer es barrer con el mito ese de que la "propaganda oficial" siempre es deficiente y no le interesa a nadie. Depende de quien la haga y como la haga. Naturalmente, si se quiere competir contra el profesionalismo de los grandes medios con productos más o menos amateurs y con propagandas tan infantilmente sesgadas y unilaterales como insoportablemente aburridas, ni regalando esos productos mal armados y peor expuestos se consigue la cantidad y el tipo de audiencia que logran los grandes medios. Y esto vale tanto para la prensa escrita como para las radios y la televisión; aunque en esta última el nivel general ya es de por sí tan bajo que las chabacanerías intencionales de la propaganda oficial apenas si se destacarían del resto.
¿Que todas estas iniciativas apuntadas – y podría agregar por lo menos una docena más – son muy difíciles de implementar? ¡Por supuesto que sí! Lo son sin duda alguna. Varias de ellas son tremendamente complejas y requieren todo un equipo trabajando muy fuerte para hacerlas realidad. Precisamente por eso es que los políticos profesionales optan por el muchísimo más fácil expediente de prohibir por ley lo que no les gusta.
Así, seguiremos en la mediocridad en la que estamos sumergidos hasta el día en que nos convenzamos de que la manera más efectiva de combatir lo que está mal es construyendo algo mejor.
En infinidad de casos, el prohibir no es sino ilusión y simple excusa para tratar de ocultar la incapacidad y la ineptitud.
Pero ¿qué otro recurso les queda a los incapaces y a los ineptos?
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NOTAS
1)- En los EE.UU. la llamada "Ley Seca" que prohibió la venta, importación, exportación, fabricación y el transporte de bebidas alcohólicas entre 1920 y 1933 (18a enmienda a la Constitución norteamericana, derogada por la 21a enmienda) solo sirvió para fortalecer y difundir el crimen organizado con bandas como las del legendario Al Capone y muchos otros jefes de la Mafia.
Sigo diciendo que no es libre el que hace lo que quiere sino el que no hace lo que no quiere. Es más fácil de determinar la libertad así, al menos en forma positiva. Abrazo!!!!
ResponderBorrarPor los mismos argumentos estoy a favor de la descriminalización de las drogas. No porque esté a favor de su consumo, sino porque prohibirlas no sirve para nada, el quiera usarlas no tiene ninguna dificultad para encontrar y comprar, y se crea una enorme economía en negro que no solo no paga impuestos sino que está involucrada en otros crímenes mucho más graves (tráfico de armas, asesinatos, secuestros, lavado de dinero y hasta terrorismo).
ResponderBorrarEstimado Carlo, no sé si conoce la historia de las dos guerras del opio. La legalización del opio en china proveía al imperio británico mas del 70% de sus ingresos. Ganaba tanto dinero que fue más fácil crear el banco HSBC y depositar allí las ganancias. Pero para que al gobierno chino le fuera más llevadera la destrucción de su propio país se creó un pequeño impuesto a la nueva medicina "el opio". ¿No le suena similar la marihuana terapéutica?
Borrar¿Recuerda quienes fueron a ver a Raúl Reyes, el muchacho de las Farc?
http://elpais.com/diario/1999/06/28/ultima/930520801_850215.html
¿No le parece raro que el reciente premio nobel de la paz tiene incomodos vínculos con la droga y busca desesperadamente la paz? ¿será que algún banco quiere manejar el dinero como hoy hace en USA con la "medicina" de la marihuana?
Yo estoy de acuerdo que los grandes poderes del mundo, aquellos que efectivamente gobiernan por detrás de los títeres que dan solo la cara (los políticos electos) tienen lazos sólidos y profundos con el narcotráfico. Y pienso también que a ellos les conviene que la producción y comercialización de los estupefacientes sea ilegal, porque genera una enorme cantidad de dinero no declarado, lo que es ventajoso por varios motivos: no se paga impuestos, se puede mover de un lado al otro sin declarar, y puede usarse fácilmente en todo tipo de actividades políticas turbias (en algunas pocas ocasiones pudimos ver la puntita del iceberg, como las operaciones de tráfico de droga de la CIA en el Sureste Asiático y América Central, así como es muy probable que la OTAN está por detrás del enorme crecimiento de la producción de amapola en Afganistán después de la caída de los Talibanes).
BorrarSi se legaliza, va a seguir siendo una enorme cantidad de plata, pero por la cual hay que declarar, pagar impuestos y contabilizar, perdiendo así muchas de sus ventajas. Ya no estamos más en 1850, el mundo cambió mucho desde las guerras del opio, y creo que por ahora les reporta más ventajas a los poderosos mantener tal comercio ilegal.
Estimado Carlo si fuera más negocio que sea ilegal porque gente como Soros (uno de los mayores narcotraficantes del mundo) la quiere legalizar?
BorrarEfectivamente si se legaliza tienen que pagar impuestos ¿y quién cobra una comisión como ente recaudador? ¿a dónde se pone la plata de las ganancias? ¿que bancos y S.A lavan la platita? Son los bancos que quieren manejar el caudal de ganancias producidas por la droga a nivel global. Es por eso que ya en USA el pago de dicha medicina se hace con la tarjeta de crédito.
Y que sea antigua no quiere decir que este en desuso. Por ejemplo, ya que nombra Afganistán, la caída de los Talibanes se debió a la erradicación casi total de la amapola y ¿qué les paso? le mandaron el ejército, los liquidaron y volvieron las plantaciones ¿ve alguna diferencia con la guerras del opio en China?.
Además de un negocio la droga es un arma de dominación, los ingleses lo saben muy bien.
Saludos.
Y entonces por qué no la legalizan? Por temor a la opinión pública? La mayoría de la gente está en contra de la ideología de género y del "matrimonio" homosexual, y sin embargo son impuestas por todas las maneras posibles. Soros pudo derribar unos cuantos regímenes, por qué es tan impotente a la hora de imponer un cambio de legislación? Por qué hasta Holanda, que por varios años tuvo la legislación más tolerante, dio vuelta atrás e impuso más restricciones a la producción y consumo de drogas? No veo la legalización un tema muy fuerte en la agenda globalista, como sí lo es la imposición de la ideología de género, los derechos de los homosexuales, el aborto, la inmigración y la eliminación de trabas al comercio global, que esos sí son temas constantemente machacados.
BorrarEstimado Carlo cuando habla de legalizarla, ¿a que país se refiere? Argentina es un país intrascendente a nivel mundial, por eso nos usan muchas veces de rata de laboratorio, sin embargo tenemos a General La Madrid plantando marihuana de forma legal. ¿Le tengo que recordar que la venta "farmacéutica" de marihuana es legal?. Pero para no hacer extenso el comentario acá algunos países en que el consumo y en la mayoria la venta es legal: Holanda, Corea del Norte, Portugal, Canadá, Barcelona (España), Estados Unidos (Colorado, Washington, Alaska, Oregon y Columbia), Bélgica, Suiza, Jamaica, México, Australia, Puerto Rico y creo también que Chile.
ResponderBorrarCuando dicen consumo legal, pero prohibida la venta es un eufemismo para la legalización.
Nunca se empieza por el final, los que quieren manejar la droga no van a empezar por una legalización total de todas las drogas, lo hacen de apoco.
Lo mismo con los homosexuales, el feminismo y todo lo demás. Nada de esto es nuevo, lo hicieron lentamente, crearon la imagen de gente oprimida, simpática y que no tenían nada de malo: es solo una tendencia sexual. Hasta que una vez trabajada la gente lo acepto como algo normal.
Es fácil ver el proceso mirando la temática del cine, la música o la literatura de los últimos 50 años. Además han reescrito la historia, así cuando se refieren a los griegos resulta que eran todos homosexuales y drogadictos dando como resultado el pináculo de la civilización.
¿Te parece que es impotente Soros viendo lo que hizo en Uruguay y ahora en Argentina y varios países de Europa? Es un Fabiano.
La cuestión también es que ya hay otras drogas legales del ramo farmacéutico que son de venta libre. Después vienen todas las demás drogas sintéticas para las que ya no necesita vivir en la jungla con un ejército. Es un tema larguísimo.
Saludos.
Excelente artículo Denes. Saludos!
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