¿Sabemos realmente qué es la vida?
Nada en relación a la
vida debe ser temido;
solo debe ser comprendido.
Ahora es tiempo de comprender más,
para que podamos temer menos.
Marie Curie
Milagros, en el sentido
de fenómenos
que no podemos explicar,
nos rodean todos los días.
La vida misma es
el milagro de los milagros.
George Bernard Shaw
Si uno se plantea la pregunta del subtítulo y se pone a
estudiar seriamente el tema, luego de muchas horas, días y hasta años de
investigación, estudio, análisis y reflexión – sobre todo en el aspecto de la esencia
y el origen de la vida – la conclusión a la que uno arriba es
decepcionante. Porque la triste verdad es que no sabemos en absoluto que es
la vida. Podemos observarla y describirla, podemos catalogar sus diferentes
manifestaciones, especular con unas cuantas teorías aparentemente plausibles, estudiar
sus componentes moleculares y hasta sub moleculares; pero eso es todo. De una
célula viva podemos saber cómo funciona pero no por qué funciona.
No tenemos ni idea de qué es exactamente lo que impulsa a
los seres vivientes. No tenemos más que toda una colección de teorías sobre
cómo pudo (quizás) haber surgido la vida sobre nuestro planeta y, en
última instancia, ni siquiera podemos estar seguros de que esa vida sea
patrimonio exclusivo de un, y solo un, planeta entre todos los demás planetas
existentes en la inmensidad del universo. Aunque – por ahora y por lo que
sabemos – así parecería ser.
Nunca hemos conseguido crear vida. Solo la hemos
manipulado respetando sus leyes y destruyéndola sin remedio cada vez que las
violamos. Lo realmente curioso es que hoy tampoco la Naturaleza se halla creando
vida en un sentido estricto. De hecho, toda la información a nuestro alcance
indica que en la actualidad no existe creación sino solamente reproducción y evolución
de la vida. Obviamente, en algún momento tuvo que existir un comienzo. Quizás
sepamos algo sobre cuando fue ese comienzo; ([1])
en lo que solo tenemos una colección de teorías inverificables es sobre la
cuestión de cómo fue. En última
instancia, la vida es algo tan complejo que, al menos por ahora, no tenemos una
respuesta concreta y universalmente aceptada para definirla.
Origen de la vida
Contrariamente a lo que mucha gente cree, Charles Darwin al
hablar tanto de la evolución de las especies como del origen del Hombre, no
estableció una teoría acerca del origen de la vida como tal. Todo lo que
sabemos de su idea al respecto es una especulación teórica en cuanto a que la
primera vida “podría haber ocurrido en un pequeño charco tibio” con la adecuada
combinación de condiciones y elementos químicos. ([2])
Desde entonces hasta hoy no hemos avanzado mucho en el
conocimiento de los orígenes. Lo único que sí hemos hecho es aumentar el número
de las teorías, de las cuales citaremos aquí solo algunas de las más conocidas.
Hipótesis de la sopa primigenia: Es la versión
moderna de la idea del “pequeño charco tibio” de Darwin. La hipótesis sugiere
que la vida comenzó en una "sopa" cálida de moléculas orgánicas. La
idea es que los compuestos orgánicos simples, formados a partir de gases
atmosféricos y fuentes de energía como rayos o radiación ultravioleta, se
acumularon en el agua y experimentaron reacciones químicas para formar
moléculas más complejas. Estas moléculas habrían conducido finalmente a las primeras
formas de vida simples.
Hipótesis de fuentes hidrotermales: Esta hipótesis
propone que la vida se originó en fumarolas hidrotermales en el fondo del
océano. Estos respiraderos emiten agua caliente rica en minerales, lo que
proporciona un entorno único donde podrían ocurrir reacciones químicas que
podrían haber impulsado la síntesis de moléculas orgánicas. Lo cual habría
llevado a la formación de formas de vida tempranas.
Hipótesis de fuentes hidrotermales alcalinas: esta es
una variación de la hipótesis anterior que se centra en fumarolas hidrotermales
alcalinas (de alto pH).
Hipótesis del ARN:
Esta hipótesis postula que el ácido ribonucleico (ARN) fue la primera
molécula auto - replicante, anterior al ADN y las proteínas. El ARN
puede almacenar información genética y catalizar reacciones químicas, lo que lo
convierte en un candidato probable para la primera biomolécula.
Hipótesis del hierro-azufre: Propuesta por Günter
Wächtershäuser, esta hipótesis sugiere que la vida se originó en la superficie
de minerales de sulfuro de hierro y níquel. Estos minerales podrían haber
catalizado la formación de moléculas orgánicas a partir de gases simples como el
monóxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno.
Hipótesis de la panspermia: La panspermia sugiere que
la vida no se originó en la Tierra sino que fue traída aquí desde otras partes
del universo, posiblemente a través de cometas, meteoritos o polvo
interestelar. Obviamente esta hipótesis
no explica cómo comenzó la vida; solo sugiere que puede haber sido en otra
parte y sería, de algún modo, un fenómeno cósmico.
Panspermia dirigida: Mientras que la panspermia
tradicional sugiere que la vida se originó en otras partes del universo y fue
transportada a la Tierra, la panspermia dirigida sostiene alternativas de
ciencia ficción. Postula que la vida, habiéndose originado en otro lugar del
universo, fue “trasplantada” a la tierra por alguna entidad inteligente. Al
igual que la panspermia tradicional, esta variante tampoco responde a la
cuestión del surgimiento de la vida; solo traslada todo el problema a otro
planeta y, en este caso, únicamente le agrega algunos extraterrestres y naves
espaciales para hacer más interesante el relato.
La hipótesis bacteriana: Una de las más recientes
hipótesis de los que sostienen que todos los seres vivos del planeta descienden
de un único organismo con estructura de bacteria bautizado como LUCA (del
inglés Last Ultimate Common Ancestor o, en español, el Último Antepasado Común).
Y últimamente se cree que fue una bacteria. ([3])
Aparte de las hipótesis estrictamente materialistas, existen
otras que postulan la imposibilidad de explicar el surgimiento de la vida
solamente por procesos físicos y químicos.
El creacionismo es, básicamente, la creencia de que
la vida, la Tierra y el universo fueron creados por un ser o deidad
sobrenatural. - Existen varias formas de creacionismo, desde aquellas que
interpretan los textos sagrados en forma literal – desechando fanáticamente
todos los conocimientos racionales que se oponen a esos textos ([4])
– hasta las que aceptan una Creación
como el origen del universo y la vida pero no una interpretación literal de los
textos sagrados.
El vitalismo es la creencia de que a los organismos
vivos les es inherente una "fuerza vital" o "impulso
vital"; una forma de “energía” especial, responsable por las
características y funciones de los organismos vivos. Esta “energía”, según las
interpretaciones materialistas, no sería más que una supuesta “propiedad de la
materia”.
Teorías espirituales o místicas: En algunas
filosofías orientales, como en ciertas interpretaciones del hinduismo y el
budismo, la vida se considera parte de un ciclo eterno de creación y
destrucción, en el que una conciencia divina o cósmica desempeña un papel
central. En general y más allá de las mencionadas, las teorías no materialistas
tienen sus raíces en perspectivas filosóficas, teológicas o metafísicas y
pueden variar ampliamente según los contextos culturales y religiosos.
La hipótesis del Diseño Inteligente: Desde fines de
la década del 1900 surgió una teoría que trató de dejar abierta la puerta para
considerar la posibilidad de la intervención de un Creador. Esta teoría postula
que la vida es demasiado compleja para haber surgido únicamente a través de procesos
casuales y que debe haber habido una causa o un diseñador
inteligente. Sus defensores argumentan que ciertas características de los
organismos vivos exhiben una "complejidad irreducible" ([5]) o “complejidad especificada” ([6]),
que no puede explicarse mediante procesos evolutivos graduales ocurridos por
azar.
El diseño inteligente no identifica necesariamente la
identidad exacta del “responsable” por el diseño. Tampoco revela en todo su
detalle la esencia intrínseca de la vida, en el sentido que nos permita entenderla
y reproducirla de un modo diferente al de hacerla surgir a partir de otro ser
viviente – que es lo único que siempre pudimos y seguimos pudiendo hacer. Solo
postula que, a través del estudio detallado de los seres vivos, especialmente
en el ámbito de la microbiología, los resultados indican un diseño. Y donde hay
diseño, necesariamente debe haber un Diseñador. ([7])
En el video que ofrezco a continuación, se muestran las consideraciones de un grupo de científicos que, a partir de la segunda mitad del Siglo XX, se atrevieron a desafiar el modelo evolucionista de Darwin.
Se explica aquí por qué se vieron obligados a buscar una
alternativa al tradicional relato del charco primigenio en donde por casualidad
se formó una especie de “sopa” en la que, por casualidad, estaban todos los
elementos químicos necesarios, los cuales, por casualidad, se juntaron en una
estructura que, por casualidad, pudo evolucionar y, por casualidad, mutar hasta
convertirse en auto replicante con lo que, por casualidad se formó la primera
célula que, por mutaciones casuales, siguió cambiando a través de millones de
años en los que, por medio de una serie de adaptaciones a un medio casualmente
cambiante, se fueron manteniendo las mutaciones útiles y desapareciendo las
inútiles para la lucha por la supervivencia con lo que, repitiendo el proceso
millones de millones de veces durante millones de millones de años al final se
obtuvo (¿hará falta que diga “por casualidad”?) un mamífero de caminar erguido,
pulgar oponible, de escaso vello corporal al que los antropólogos pudieron
llamar “Homo sapiens”.
…………………………………
Una sola observación antes de que arranquen el video. Por esas cosas del doblaje al castellano, a la expresión “intelligent design” el locutor la traduce como “designio inteligente”. Esto es problemático. El significado del término inglés de “design” es muy afín a los conceptos de “plan” o “proyecto”. A su vez, según la RAE, justamente estos dos conceptos constituyen la definición de la segunda acepción del término “diseño”. Por ello la expresión “diseño inteligente” es la que debería utilizarse. “Designio” no es del todo incorrecto pero no refleja adecuadamente el sentido del concepto que usan los científicos.
Reunión en Pájaro
Dunes – California 1993
Participantes
Prof. Philip E. Johnson Universidad de California. Berkeley-
Dr. Paul A. Nelson Filósofo de la
biología
Dr. Dean H. Kenyon Biofísico
Universidad Estatal de San Francisco
Dr. Michael J. Behe Bioquímico
Universidad de Lehigh
Dr. Stephen C. Meyer Historiador y Filósofo de la ciencia - Discovery Institute
Dr. William Albert "Bill" Dembski Matemático - Universidad de Illinois, Chicago
Dr. Jonathan Wells biólogo molecular Universidad de California Berkeley
Dr. Jed Macosko biólogo molecular, Universidad de California. Berkeley
Dr. Scott Minnich biólogo molecular Universidad de Idaho
Dr. Phillip Johnson Prof. de Derecho Universidad de California Berkeley
Haga click en la imagen para arrancar el video |
[1]
)- O mejor dicho, cuando pudo probablemente ser. Existe un relativo consenso
académico para la estimación de que la vida pudo haber surgido probablemente
entre 3.800 a 4.400 millones de años atrás.
[2]
)- Carta de Darwin a su amigo Joseph D. Hooker, 1871.
[3]
)- https://academic.oup.com/mbe/article/38/9/3531/6312533
https://www.abc.es/ciencia/abci-luca-primer-vivo-tierra-bacteria-202107071237_noticia.html (Consultados el
10/07/2024)
[4]
) – Como p.ej. las llamadas sectas “fundamentalistas” protestantes
norteamericanas y otras denominaciones
religiosas dogmáticamente rígidas.
[5]
)- Michael Behe, “La Caja Negra de Darwin”, ISBN 0978978978
[6] )- William Dembski, “Intelligent
Design” (1999). ISBN 09780830823147.
[7]
)- https://evolutionnews.org/tag/intelligentdesign-org/
(Consultado el 10/07/2024)