THE CHICAGO BOYS ARE BACK!
Poco a poco se van develando algunos misterios. Porque la política demoliberal es un juego de misterios. Uno nunca sabe si lo que el político dice es lo que quiere hacer, lo que quisiera hacer pero sabe de entrada que no va a poder, o lo que cree que al votante le gustaría pero que no tiene ni la más remota idea de cómo podría hacerlo y, de última, tampoco le importa. Después, claro, están los políticos que (masomenos) saben lo que van a hacer pero ni locos lo van a decir porque, si lo hacen, no ganan elecciones.
Que fue lo que hizo Don Carlos Saul Menem. ¿Se acuerdan? Muchos no tienen ni idea porque eso fue hace cosa de unos 30 años atrás y unos cuantos ni habían nacido cuando eso pasó. Pero los que peinamos canas, o ya no peinamos nada, recordamos que el tipo empezó con el famoso “¡Síganme, que no los voy a defraudar!” y después no tuvo ningún empacho en confesar que “Si decía lo que iba a hacer, no me votaba nadie.” Lo primero fue una gran mentira; lo segundo una gran verdad.
Pues bien; entre los que construyeron el desastre del menemismo el único que falta que aparezca de nuevo es el Mingo Cavallo. Porque de aquél elenco estable de Chicago Boys los demás están reapareciendo uno tras otro. ¡Pensar que en el 2001 los giles pedían que se vayan todos! Pero, claro: los muchachos no vuelven de la mano del riojano – porque el Carlos ya debe estar disfrutando de las huríes del cielo mahometano – sino de la mano de Javier Milei, quien, con la “guía espiritual” del rabino Axel Wahnish, [1] se publicita como “lo nuevo” en la política argentina.
Es que, después del “que se vayan todos” no solo no se fue nadie sino que trajeron hasta a los primos. Y ahora lo nuevo consiste en volver a traer la gente de hace 30 años que ya se había ido antes del kirchnerato después de malvender medio país. O el país entero.
Está bien. No me digan nada. ¡Es difícil entender a la política argentina!….
La cuestión es que nuestro candidato presidencial libertario y anarcocapitalista Javier Milei avanza en la conformación de su equipo económico apoyándose sobre viejos arquitectos del menemismo. Según las noticias, estamos hablando de los economistas Roque Fernández, Carlos Rodríguez y Darío Epstein. A ellos se sumó últimamente Emilio Ocampo, como encargado de implementar la supuesta dolarización.
¿Le echamos una miradita a esta gente? ¿Tanto como para refrescarle la memoria a los viejos y explicarle algunas cosas a los jóvenes? Para empezar recordemos unas pocas fechas.
Menem fue presidente entre 8 de julio de 1989 y el 10 de diciembre de 1999; o sea casi 10 años y medio. Cavallo, a su vez, fue ministro de economía de Menem entre 1991 y 1996; unos 5 años, casi la mitad del tiempo. Resumiendo y para recordar:
Veamos ahora a los asesores de Milei:
Roque Fernández
Entre 1991 y 1996 – o sea durante toda la gestión de Cavallo – se desempeñó como Presidente del Banco Central de la República Argentina. En julio de 1996 asumió como Ministro de Economía y Obras y Servicios Públicos hasta diciembre de 1999; de modo que heredó el puesto de Cavallo y permaneció en él hasta el fin del mandato de Menem.Roque Fernández tiene un Ph.D. en Economía de la Universidad de Chicago. Ha centrado su investigación en las áreas de sistemas financieros en economías en desarrollo, endeudamiento mundial y crisis financiera. Es presidente del Consejo Superior de la Universidad del CEMA.
Carlos A. Rodríguez
Entre julio de 1996 y 1998 – o sea, durante la gestión de Roque Fernández - se desempeñó como Jefe del Gabinete de Asesores del Ministro de Economía y Secretario de Política Económica.Fue profesor visitante en las universidades de Chicago y Princeton y consultor en el FMI y el Banco Mundial. Se especializó en los campos de la macroeconomía y el comercio internacional,
Fue el Rector de la Universidad del CEMA desde su fundación en 1994 hasta 2018. De 1998 a 2014 fue Director del Centro de Economía Aplicada. Fue Editor de la Revista UCEMA.
Daniel Epstein
Entre 1990 y 1999 (un año antes del ingreso de Cavallo y hasta el fin de la presidencia de Menem) Epstein participó en las privatizaciones de empresas del sector siderúrgico, Entel, Gas del Estado, Telecom e YPF, como también en reestructuraciones de empresas y en la reingeniería de procesos en el sector financiero. En 1992, fue nombrado Director de la Comisión Nacional de Valores, donde fue responsable de las áreas de Emisiones de Títulos Valores, Fondos Comunes de Inversión y Calificadoras de Riesgo. También formó parte del equipo que lideró las negociaciones con el Banco Mundial para el desarrollo de la figura del fideicomiso financiero en Argentina.“Experto en temas financieros y mercados de capitales" (según Milei). Estudió en la Universidad de Buenos Aires y luego realizó un master en la Universidad de Michigan. Tuvo cargos ejecutivos en Citibank, Booz Allen Hamilton, Banco Mayo (¡sí, el de Ruben Beraja!) y Coutts/Nat West Group y BACS.
Emilio Ocampo:
Entre 1990 y 2005 se dedicó a la banca de inversión ocupando funciones ejecutivas en Chase Manhattan, Salomon Brothers, Citigroup y Morgan Stanley en Nueva York y Londres. Entre 2016 y 2019 fue Senior Associate del Center for Strategic and International Studies en Washington D.C. En 2013 y 2014 fue profesor en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.MBA, University of Chicago; Licenciado en Economía, UBA. Director del Centro de Estudios de Historia Económica y miembro del Comité Académico del Máster de Finanzas de la UCEMA
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¿De qué ámbito salen estas personas? ¿Qué nos dicen estos datos?
Por de pronto, llama la atención la relación de los tres primeros con el gobierno de Carlos Menem y la gestión de Domingo Cavallo. Roque Fernández, Carlos Rodríguez y Daniel Epstein fueron funcionarios del menemismo.
Lo otro que llama la atención es que tres de ellos están relacionados con la Universidad de Chicago: Roque Fernández, Carlos Rodríguez y Emilio Ocampo. Y los mismos tres están también relacionados con el CEMA.
Lo del menemismo y su historia no es para desarrollarla aquí. En gran medida es Historia conocida y puede ser consultada en un sinnúmero de libros y páginas de Internet. Recordemos tan solo el Consenso de Washington, el festival de privatizaciones, el Plan Bonex, la Ley de Convertibilidad y el “uno-a-uno”, la crisis del Tequila, los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA, el escándalo IBM-Banco Nación y un largo etcétera.
La relación con la Universidad de Chicago y la Universidad del CEMA es interesante porque nos permite inferir los criterios de análisis y resolución que gobiernan el pensamiento de esta gente.
El CEMA es el Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina. [2] fue fundado en 1978 y la Universidad del Centro (UCEMA) comenzó a funcionar en 1995 bajo el gobierno de Menem.
De los 15 miembros del Consejo Superior de la UCEMA 7 son egresados de la Universidad de Chicago:
Roque Fernández : Presidente
Mario O. Tejeiro : Tesorero
Jorge Césal Ávila : Miembro
Fernando J. de Santibañes: Miembro
Ricardo López Murphy: Miembro
Carlos A Rodríguez: Vocal Suplente
Edgardo Zablotsky: Miembro
Y tres más, egresaron de otras universidades norteamericanas:
Martín Lagos: Secretario - Columbia University
Manuel Sacerdote: Vocal Titular - Harvard University
Rodrigo Funes de Rioja: Comisión Fiscalizadora - Duke University
Realmente, el único que falta aquí es el Mingo Cavallo y tenemos cartón lleno. Volvieron los Chicago boys. O, como dice el tango, la historia vuelve a repetirse….
La gran macana es lo que dice el proverbio en cuanto a que el síntoma más inequívoco de la locura consiste en hacer siempre lo mismo esperando un resultado diferente.
Pues, lo siento pero si Javier Milei accede al poder no habrá un resultado diferente.
A menos, por supuesto, que sea mucho peor que el resultado de Cavallo.
Y si me preguntan quién es la alternativa, me temo que para eso no tengo una respuesta satisfactoria. Porque, si lo planteamos en términos de candidaturas, no hay alternativa.
No la hay porque en realidad el problema de fondo no son las personas.
Es el sistema, estúpido.
Hasta que no liberemos a la política de su actual dependencia del dinero; hasta que no utilicemos la elección directa democrática solo en los ámbitos reducidos – p. ej. Municipios – en donde puede funcionar bien y hasta que no recurramos a la elección indirecta por Colegios Electorales en los demás cargos provinciales y nacionales; hasta que no le exijamos prueba de idoneidad a nuestros políticos; hasta que no implementemos un Juicio de Residencia al final de los mandatos; hasta que no dejemos de hacer depender nuestras leyes de normas y hasta modas impuestas por aparatos internacionales; hasta que no recuperemos el poder de la última decisión, final e irrevocable en todas aquellas cuestiones vitales para una comunidad bien organizada; hasta que no aceptemos el criterio de que la Ley no es un instrumento de venganza ni su condena un instrumento de castigo sino que la condena jurídica implica tan solo separar al criminal de la sociedad para que no pueda seguir haciéndole daño; hasta que no entendamos que una efectiva fuerza armada es necesaria para frenar los delirios de quienes recurren a la guerra para imponerse; hasta que no entendamos que la salud no puede ser un negocio; hasta que no aceptemos que una familia sólida y equilibrada, constituida por varón, mujer y niños, es la piedra fundamental sobre la que se construye todo el resto de la sociedad; hasta que no nos convenzamos de que la educación es misión de la familia y el sistema educativo debe transmitir conocimientos intentando capacitar los alumnos nivelándolos hacia arriba y no hacia abajo; hasta que no afirmemos que el trabajo productivo es el único medio aceptable para que una persona honrada se gane la vida y que debe ser retribuido para garantizar una vida digna; hasta que no reconozcamos que la vida es sagrada y que es nuestro deber protegerla; hasta que no aceptemos que, salvo excepciones muy fácilmente definibles, no hay derechos gratis porque todo derecho posee una responsabilidad correlativa y todo derecho debe ser merecido cumpliendo obligatoriamente con esa responsabilidad; y, finalmente, hasta que no aceptemos nuestra propia naturaleza humana real, tal como es, sin idealizaciones románticas para armar utopías imposibles, y admitamos que participamos de una Vida que solo sabemos reproducir pero no crear, y que vivimos en un Universo que tiene un Creador ante el cual deberemos rendir cuentas, porque nuestra muerte no es el fin de la vida sino tan solo el fin de una existencia temporal; hasta que no construyamos un sistema de organización y convivencia en el cual al menos se tengan en cuenta todas estas cosas y unas cuantas más, hasta que eso no suceda, viviremos como vivimos hoy y tendremos los problemas que hoy tenemos, solo que cada vez en mayor medida y con peores consecuencias.
El Mal que no se combate, se difunde. El defecto que no se corrige, solo empeora. El sistema que no se realimenta en forma positiva cae víctima de la entropía.
Reitero: es el sistema, estúpido.
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NOTAS
1)- https://www.perfil.com/noticias/politica/los-secretos-del-rabino-axel-wahnish-la-guia-espiritual-de-javier-milei.phtml
2)- https://ucema.edu.ar/la-ucema/mision-e-historia
Excelente !!! Muchas gracias.
ResponderBorrarEstimado Denes, leerle me produce sentimientos encontrados: por un lado, es un verdadero placer encontrar que aún existe gente tan lúcida y honrada al escribir como usted; pero luego me invade la pena cuando recuerdo que la gente lúcida y honrada, como usted, son una minoría. No obstante, seguiremos en la brecha. Gracias.
ResponderBorrarQue hermosa prosa! Da gusto leerlo.
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