MIS LIBROS

martes, 1 de noviembre de 2016

NUESTROS MUERTOS

Las posesiones desaparecen,
Los familiares y los amigos mueren,
Tú mismo morirás como ellos.
Solo una cosa sé que vivirá eternamente:
La gloria de las buenas obras de los difuntos
Havamal  (Edda poética) 1a Parte ."Des Hohen Lied".


En el Siglo IV el Día de Todos los Santos se conmemoraba el primer domingo después de Pentecostés. Recién en el Siglo VIII pasó al 1° de Noviembre, fecha en la que originalmente se celebraba una fiesta celta. Sobre esto se superpuso la "multicultura" teófoba con la payasada de su Halloween contemporáneo. Es una verdadera lástima que se haya diluido en la ridiculez una evocación de toda la cristiandad católica; es una pena que se haya convertido en una bufonada inocente. Quizás la superficialidad infantil de un hedonismo intrascendente no admite la evocación de la trascendencia. ¡Vaya uno a saber!

La cuestión es que ya Ludovico Pío, rey de los francos y Emperador de Occidente, oficializó la fecha con el permiso del papa Gregorio V en el año 835. De modo que, desde hace nada menos que 1.181 años el Día de Todos los Santos es una fecha conmemorativa para toda la cristiandad. Según la tradición, ése día y el siguiente (Día de los Fieles Difuntos) las tumbas se arreglan, se adornan con flores, y se encienden velas por los fallecidos.

Las luces de las velas simbolizan la luz eterna. Según la ceremonia católica, junto a "la gran cruz de los cementerios" se reza la Letanía de Todos los Santos [1] y se bendicen las tumbas nuevas. En algunos países se hacen sonar las campanas en memoria de los muertos; en otros se ofrece comida a los pobres. En ciertas partes la leyenda popular cuenta que en esa noche los muertos se levantan de sus tumbas por lo que durante la cena se les pone un plato en la mesa y se enciende una luz en todas las habitaciones para que puedan orientarse por la casa.

Quienes en estos días no pueden concurrir al cementerio, encienden velas en sus hogares y otro de los mitos populares de algunas regiones dice que aquél cuya vela se apaga primero será el próximo en fallecer.

Es un mito un poco macabro, no voy a decir que no. Además, confieso que no creo en ello para nada. Pero sea como fuere, si has prendido unas velas por tus muertos, solo te deseo una cosa:
¡Que tus velas ardan por mucho, mucho tiempo!



----------------------------------
NOTAS
1)- https://www.youtube.com/watch?v=5G-mSEKReyk


2 comentarios:

  1. Gracias Denes; cuando era niña y estaba en Italia ,mi patria,esperábamos a nuestros familiares muertos con la ilusión de verlos durante la noche ,o sea cuando ellos venían con sus masitas de mazapán y otras que tenían un nombre particular . Nos dormíamos al fin. y a la mañana buscábamos felices las cestas que nos habían traído y no dejábamos de recriminar a nuestros mayores por no haberlos retenido en la tierra.
    Es cierto ,no se negaba la muerte que es parte de la vida. Un cordial saludo.

    ResponderBorrar
  2. Siempre iluminándonos con su sabiduría...
    Qué suerte contar con usted, Don Denes!!!
    Toda mi admiración de siempre.

    ResponderBorrar