MIS LIBROS

viernes, 1 de septiembre de 2017

LAS CHANCES DE SANTIAGO MALDONADO

Los ojos y los oídos son testigos muy pobres
para las personas que tienen almas incultas
Heráclito

Santiago Maldonado desapareció. Al momento de escribir estas líneas (01/09/2017 21:43) nadie sabe si está vivo o muerto. Bueno; "nadie" es una forma de decir. Algunos pocos deben saber cómo está y dónde está; solo que esos pocos tienen los labios sellados y su silencio es total.


Hay, por pura lógica, dos posibilidades: que Maldonado esté vivo o que esté muerto. Que esté malherido recuperándose en algún lado es una tercera posibilidad pero entra dentro de la primera de modo que seguimos con dos posibilidades: o bien está vivo, o bien está muerto.

Ahora bien, en cualquiera de los dos casos también tenemos otras dos posibilidades adicionales: que se lo haya llevado la gendarmería o que se haya quedado con los mapuches.

A todo esto todo el aparato mediático, más toda la izquierda, más todos los militantes gramscianos que andan dando vueltas, más todas las ONG, más la runfla docente, más todo el trollerío de Internet, más la Interpol y hasta la patota internacional de Derechos Humanos han batido el parche con tanta intensidad e insistencia que no hay persona de más de 5 años en la Argentina que no sepa que Santiago Maldonado está desaparecido y que todos los arriba mencionados acusan a la gendarmería de ser la responsable por lo sucedido. Así, todo el mundo se pregunta: "¿Dónde está Santiago Maldonado?" y espía a ver si encuentra a algún gendarme escondido por ahí.

Perdónenme por arruinar el suspenso y la intriga pero en virtud de la lógica presentada en los primeros párrafos voy a tratar de ayudar a las autoridades con una teoría sobre cómo y dónde puede estar Maldonado.

SUPOSICIÓN 1: En primer lugar, si está muerto su ubicación depende de quién lo mató. Si lo mató algún gendarme que se "excedió involuntariamente" en la intensidad del interrogatorio, a esta altura del partido los restos mortales de Don Santiago Maldonado se encuentran en algún lugar ignoto de la República Argentina. Están, o bien 3 metros (o más) bajo tierra o en alguna fosa común. Y de los supuestos gendarmes que supuestamente participaron en el supuesto operativo ninguno va a abrir la boca porque el que la abra será acusado de homicidio con unos 500 agravantes, al igual que todos los demás.

SUPOSICIÓN 2: Por otra parte, si murió en alguna operación efectuada por los mapuches del RAM, está igualmente enterrado en algún reducto mapuche argentino o chileno y ningún digno representante de este "pueblo originario" va a ser tan tarado como para abrir la boca y decir: "Lo enterramos nosotros".

SUPOSICIÓN 3: En la otra posibilidad, si está vivo, el hombre puede estar: A)- encerrado en alguna celda de gendarmería, o bien B)- en algún canuto de los mismos mapuches.

TEORÍA 1: Si está en alguna celda, (Suposición 3A) los muchachos de gendarmería y del gobierno tienen un problema insoluble. Si lo hacen aparecer tendrán que responder a una andanada de preguntas tales como "¿Por qué lo escondieron durante tanto tiempo? ¿Qué había para ocultar? ¿Por qué negaron que lo tenían? ¿Dónde estuvo detenido? ¿Quién dio la orden de detenerlo? ¿Quién lo mantuvo detenido?" y etcétera, etcétera, etcétera. Todas preguntas que, como pueden imaginar mis queridos lectores, son imposibles de responder sin cantar al mismo tiempo "Arrésteme sargento, póngame cadenas". Ergo, a esta altura del partido, si lo secuestró la gendarmería y el hombre todavía está vivo, para quienes lo secuestraron la decisión más probable a fin de zafar del asunto es matarlo. Con lo que esta hipótesis cierra retrotrayéndonos al Punto 1.

TEORÍA 2: Si está vivo pero en algún reducto de los mapuches (Suposición 3B), son los mapuches los que tienen un problema insoluble. Porque, si lo hacen aparecer, son los mapuches los que tendrán que responder a un reguero de preguntas tales como: "¿Dónde estuvo? ¿Por qué callaron y dejaron que todo el mundo se volviera histérico buscándolo mientras ustedes guardaban silencio?  ¿Por qué mintieron diciendo que se lo había llevado la gendarmería? Al final ¿Maldonado estuvo o no estuvo en el corte de la ruta? y etcétera, etcétera, etcétera." O sea, otra tanda de preguntas imposibles de responder sin generar inmediatamente una carátula intitulada "Obstrucción de Justicia". Ergo, si lo tienen escondido los mapuches y el hombre todavía está vivo, para quienes lo escondieron la decisión más probable a fin de zafar del asunto es matarlo. Con lo que esta hipótesis cierra retrotrayéndonos al Punto 2.

En ambas teorías es muy poco probable que Santiago Maldonado aparezca jamás. Ni vivo ni su cadáver.

No obstante las dos teorías admiten también una variante relativamente poco probable pero no imposible. Después de haber Santiago Maldonado pasado a mejor vida, las autoridades quizás puedan llegar a descubrir su tumba en virtud de alguna misteriosa "información anónima". En ese caso, les apuesto lo que quieran a que los mapuches acusarán al gobierno y el gobierno acusará a los mapuches de haberlo matado y enterrado, con lo que tendremos debates, discusiones, diatribas y peleas mediáticas ad infinitum.

Lamentablemente el escenario más probable es muy siniestro. La oposición -- K y no-K -- necesita desesperadamente un muerto para tirárselo a la puerta de Macri así como en su momento a Kosteki y Santillán los tiraron a la puerta de Duhalde.

Ahora, si el tipo llegara a aparecer con vida, preparen las cámaras, los micrófonos y los reflectores porque el despelote que se va a armar será para alquilar balcones y cobrar entrada.

De cualquier manera que sea, no me gustaría ser Santiago Maldonado.

¡Pobre Santiago!